Luego de una prueba piloto, se inició formalmente la primera etapa del programa + AIRE UNR, que lleva adelante el Observatorio Ambiental de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) con un centenar de voluntarios y voluntarias de las localidades de
Granadero Baigorria, Capitán Bermúdez, Fray Luis Beltrán, San Lorenzo, Puerto General San Martín, Ricardone y Timbúes.
El pasado viernes los voluntarios colocaron los recipientes, que permanecerán en sus domicilios por 30 días, para medir el material sedimentado particulado que posteriormente se analizará en laboratorios de la Universidad Tecnológica Nacional para
saber qué tipo de aire se respira en el cordón industrial y determinar si existe contaminación cerca de las plantas de producción industrial o sobre la ribera del Paraná.
La iniciativa constituye el programa de voluntariado sobre medición de la calidad de aire más grande de Argentina y uno de los más grandes de Latinoamérica. “Este programa está pensado principalmente para trabajar las problemáticas ambientales pero con el involucramiento de la comunidad”, sostuvo el director del Observatorio Ambiental de la UNR, Matías de Bueno, en el marco de un encuentro que se realizó junto a los voluntarios para ultimar detalles en la previa del inicio formal del programa.
En ese sentido, De Bueno explicó que “más allá de lograr mayor o mejores resultados, que entendemos que lo vamos a hacer de esta forma, trabajando conjuntamente, la meta es poder llegar a la mayora cantidad de gente posible que esté en el territorio, que lo viva, que lo sienta y se haga eco de las problemáticas ambientales”.
“Es un programa que tiene como objetivo la permanencia, la estabilidad en el tiempo”, señaló el abogado especialista en derecho ambiental y destacó que el objetivo es que durante todo el año próximo continúe el programa “para poder trabajar sobre estadística de calidad de aire en lo que se refiere a material particulado sedimentable”.
Los recipientes que se colocaron en 100 domicilios a lo largo y ancho de todo el Cordón Industrial servirán para tomar muestras de todo el polvo que está en suspensión en el aire. Ese material luego será pesado y se hará un cálculo de material particulado sobre volumen de metro cúbico de aire. “De esa forma podemos saber o tener una aproximación, a partir de uno de los métodos que tiene que ver con la toma de muestra de calidad de aire”, indicó De Bueno.
Guardianes del aire
Desde el Observatorio Ambiental
lanzaron meses atrás una convocatoria para sumar voluntarios dispuestos a colocar los recipientes en sus domicilios, denominados “guardianes del aire”. Los estudiantes universitarios de la propia casa de altos estudios que viven en la región fueron un sector especialmente invitado a participar, aunque la convocatoria fue extensiva a toda la comunidad.
“Me enteré de la convocatoria a través de una invitación de la UNR y no dudé en sumarme”, contó a
11Noticias Flavio Aranda, periodista de Fray Luis Beltrán y estudiante de la Licenciatura en Comunicación Social de la universidad. El joven de 28 años señaló que es importante conocer la calidad del aire que se respira en su ciudad, “teniendo en cuenta que somos una de las localidades que se encuentra afectada de manera constante por la polución que generan las distintas cerealeras del sur de San Lorenzo”.
“Espero que este programa aporte datos concretos sobre la realidad que estamos viviendo en relación a la calidad del aire en nuestra zona. Y que a partir de estos datos pueda existir un trabajo más concreto por parte de quienes deben estar regulando estas situaciones, como el Ministerio de Ambiente de la provincia o las áreas de ambiente de los municipios”, consideró el joven.
Respecto a la colocación del recipiente de medición, mencionó que fue una tarea sencilla. “El proceso de instalación es muy sencillo, es un tarro de plástico que hay que instalar por 30 días en una altura determinada”, dijo Flavio y comentó que tuvo a disposición diferentes tutoriales acerca de cómo realizar la colocación. Además, aclaró que el receptáculo no debe vaciarse ni tocarse a lo largo de todo el mes, ni siquiera cuando llueva.
Para Tatiana Muños (37), coordinadora de la Subsecretaría de Producción de la Municipalidad de San Lorenzo y vecina de la localidad cabecera del departamento, tampoco resultó dificultoso y valoró el acompañamiento en el proceso por parte del equipo del Observatorio.
“Me enteré por mail, dado que me llegó el correo por ser estudiante de la carrera de Ciencias de la Educación”, relató a este medio la funcionaria local, y agregó: “Creo en la participación y en lo colaborativo, por ese no dudé en ser voluntaria”.
“Es un programa muy importante a nivel latinoamericano y espero sumar a que se conozca lo que verdaderamente respiramos y encontrar una posible solución”, resaltó Tatiana y afirmó que piensa que el ambiente en la región no es sano, aunque aclaró que “tampoco hay informes concretos y completos al respecto”.
Al igual que Flavio y Tatiana, Norberto Quiroga, vecino de Capitán Bermúdez, se enteró de la iniciativa por su vínculo con la casa de altos estudios. Estudiante de derecho, el hombre de 62 años dijo que se sumó porque le interesó la propuesta y por “la garantía que se origina desde la Universidad”.
“Todo Programa que logre recopilar información sobre el material contaminante que se detecta en esta zona es importante, ya que con estos datos se puede lograr algún tipo de soluciones en mediano y largo plazo”, remarcó Norberto.