La provincia de Santa Fe tuvo un descenso de la cantidad de víctimas fatales en accidentes de tránsito en los últimos 4 años. De 522 muertos en las rutas provinciales durante el 2019, el 2022 cerró con la cifra de 429 fallecidos producto de las consecuencias de la siniestralidad en los caminos santafesinos.

Este fue uno de los ejes en los que la Agencia Provincial de Seguridad Vial hizo hincapié en la reciente presentación de balance de gestión realizada ayer en la capital provincial.

El sanlorencino y subsecretario de esta área del estado, Osvaldo Aymo, recalcó que el único número permisible es 0. “Se ha trabajado en concientizar a las personas que los accidentes de tránsito se pueden prevenir y que el único número aceptable de muertos y heridos graves es cero”.

El funcionario destacó la “presencia de la Policía Vial en rutas y caminos de nuestra provincia, haciendo realidad un concepto que quisimos establecer desde el principio de la gestión que es que los controles salvan vidas”.

La directora del organismo, Antonela Cerutti, agregó que esta gestión “aumentó los controles de alcoholemia y los datos comparados entre 2019 y 2022 demuestran que hemos aumentado en un 1300% los controles. Este es un dato que las gestiones que asuman deben seguir superando, entendiendo que lo que se cuida es la vida”.

A su vez, agregó que “solo al 18% de las personas que circulan y se las fiscaliza se les labra un acta de infracción. Todos los días decidimos si hacer las cosas bien o mal, es ahí cuando debemos priorizar la vida por sobre todas las cosas”.

Históricamente, Santa Fe ocupa el podio de las regiones con mayor siniestralidad y víctimas fatales del país. Si bien refiere también a una cuestión demográfica, ya que generalmente esas provincias son Buenos Aires, Córdoba y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, es una realidad el padecimiento que a lo largo de los años sufrió la provincia con respecto a los accidentes de tránsito en su jurisdicción.