
Dos perros de raza pitbull se escaparon de una casa de barrio Tierra de Sueños 3 en Roldán y mataron a tres perros tras romper el cerco de dos viviendas de la zona. Además, hirieron a un cuarto que pudo ser salvado por su dueño. También , algunos niños casi fueron atacados por estos animales, aunque lograron escapar al subirse a los juegos de una plaza cercana. Sucedió en los últimos días pero se conoció recién ayer.
Según consignó La Capital Claudia, la dueña de uno de los perros mortalmente acatados, reportó lo sucedido en un grupo de WhatsApp del barrio: “Llegué de mi trabajo a las 17:30 y encontré a mi perro muerto, todo lastimado, en el patio de mi casa. Tengo angustia, tristeza, estoy destrozada. Era mi bebé, lo adopté con 40 días y hoy me lo mataron perros que si agarran a una criatura no quiero pensar. ¿A quién se le ocurre tener semejantes bestias?”.
“Vivo en Dignidad al 500, sé que en la cuadra hubo otros perros atacados. Cuiden a sus mascotas de estas bestias. Perdón, pero en mi estado de angustia sólo puedo decir y escribir lo que siento”, abundó la mujer.
Por su parte, otro vecino de la zona reportó en el mismo grupo: “Los perros pitbull de la calle Dalai Lama entre Armstrong y bulevar Tierra de Sueños 3 se volvieron a escapar. Entraron a dos casas rompiendo el cerco y mataron a tres perros”.
El vecino agregó: “En la Plaza de la Tirolesa atacaron y lastimaron a un cuarto perro, que pudo ser rescatado por su dueño, y también agredieron a los niños, que se salvaron porque pudieron subirse a los juegos”.
Alarmados, indignados y asustados por los ataques mortales, varios vecinos y vecinas se reunieron con integrantes de la vecinal de Tierra de Sueños 2 y 3, con los que radicaron una denuncia en la Comisaría 5ª, que se sumaron a otras dos presentaciones hechas por otros grupos de habitantes.
Según relatan los vecinos, no es la primera vez que los dos pitbull de esa casa de calle Dalai Lama se escapan, atacan y matan a otros perros. “Se escapan y atacan a sus pares. Ya han matado a varios animales” confió Silvia, una vecinalista del barrio, a La Capital.
Fuente: La Capital