El gobierno de Santa Fe anunció un cambio innovador en el manejo de los protocolos de seguridad ante la violencia de género: las víctimas ya no utilizarán botones antipánico, y los agresores serán equipados con tobilleras electrónicas que activan alertas en caso de violar medidas perimetrales. Este nuevo enfoque se implementará mediante una prueba piloto con entre 200 y 300 dispositivos electrónicos.
El ministro de Seguridad, Pablo Cococcioni, explicó que esta estrategia busca “invertir la carga tecnológica” para aliviar a las víctimas del peso de protegerse constantemente. “Hasta ahora, cuando una persona, mayormente mujeres, denuncia, se le da un botón antipánico, pero lo primero que hace el agresor es quitárselo o impedir su uso. Por eso, queremos que el presunto agresor sea quien tenga la responsabilidad tecnológica”, señaló.
Las tobilleras electrónicas permitirán establecer un perímetro de no menos de 700 metros alrededor de la víctima. Si el agresor intenta violar esta restricción, el dispositivo activará un protocolo que incluye la intervención inmediata de la policía, la notificación a la Justicia y la posterior alerta a la víctima.
Cococcioni detalló que habrá dos tipos de dispositivos: el “dual”, que monitorea tanto a la víctima como al acusado para medir la distancia entre ambos, y el domiciliario, diseñado para casos penales que otorgan prisión domiciliaria en lugar de preventiva.
“El rol de decidir caso por caso será de los jueces provinciales, quienes tendrán estas herramientas a su disposición. Durante el año se adquirirá un lote inicial de dispositivos que se implementarán progresivamente en toda la provincia”, agregó el ministro.