Este martes el senador departamental
Armando Traferri se presentó en el Centro de Justicia Penal de Rosario para participar de la audiencia imputativa en su contra en el marco de la causa de "juego clandestino". El propio legislador sanlorencino
había solicitado el año pasado a sus pares que le quitaran los fueros para poder presentarse ante los fiscales y aportar las pruebas de su inocencia y del entramado ilegal que, según él, buscó perjudicarlo.
Los fiscales
Marisol Fabbro, María de los Ángeles Granato y José Luis Caterina, que no fueron los que iniciaron la causa (fueron
Matías Edery y Luis Schiappa Pietra) imputaron a Traferri por
asociación ilícita, tráfico de influencias, cohecho pasivo y otras calificaciones.
Puntualmente, los funcionarios del Ministerio Público de la Acusación (MPA) acusan al senador de haber tomado parte, en carácter de Jefe, de una asociación ilícita destinada a dar cobertura al juego clandestino en la provincia de Santa Fe y de ocultar las ganancias del mismo, asegurando a tal actividad, como así también a los miembros de su organización, protección tanto política como judicial, esto último sobre todo en materia de justicia penal, habiendo logrado infiltrar al Ministerio Público de la Acusación en la ciudad de Rosario, protección que dispensó o procuró a sus miembros incluso después de que fueran detenidos.
Las acusaciones incluyen también el
tráfico de influencias; la negociación incompatible con el ejercicio de la función pública; el cohecho pasivo en carácter de autor, y el peculado de caudales públicos, entre otras.
Ahora, Traferri tendrá la posibilidad de defenderse ante los fiscales por las serias acusaciones que enfrenta. Cabe recordar que cuando solicitó el desafuero en el recinto de la Cámara de Senadores de Santa Fe, el legislador aseguró que la vinculación de su persona con la causa se vinculaba a una persecusión política y judicial.
“Hace casi tres años que sufro una persecución política-judicial, en el marco de lo que fue y es uno de los sucesos más vergonzantes de nuestra historia provincial: funcionarios de los más altos rangos del Poder Ejecutivo y del Ministerio Público de la Acusación montaron un aparato de inteligencia ilegal para disciplinar a quienes no hacían lo que ellos querían o dictaminaban. Y en mi caso particular, para desprestigiarme a través de operaciones en medios de comunicación. Me dedicaron muchísimos artículos periodísticos, horas de radio y televisión. Pero no les sirvió de nada. La opinión pública le ganó a la opinión publicada”, remarcó aquel día Traferri que, a pesar de las duras acusaciones en su contra, fue reelecto el año pasado en su cargo.
“Ahora, con las elecciones ya culminadas, entiendo que es el momento de pedirles a ustedes senadores, mis pares, que me liberen de mis fueros de proceso y me permitan presentarme en la Justicia, no sólo para demostrar mi inocencia, sino también para poner en evidencia a aquellos que deberían habernos estado cuidando y, en cambio, estaban destinando su tiempo, recursos humanos y hasta dinero de los fondos reservados del Ministerio de Seguridad para espiar a dirigentes políticos, a armar causas y carpetazos para disciplinar”, añadió en aquella ocasión.