No se encontraron resultados.Los Concejales ocupan un lugar de vital importancia dentro de nuestro sistema de gobierno. Son los encargados de regular y controlar las acciones del ejecutivo municipal con la idea de lograr una mayor transparencia y, por supuesto, tienen la potestad de plasmar sus ideas de proyectos, además de una larga serie de atribuciones y obligaciones que se explicitan en la Ley Nº2756 de Municipios y Comunas de la provincia de Santa Fe, que no expondremos aquí, pero que seguramente iremos repasando en otras oportunidades.

A lo anteriormente mencionado, debemos agregarle que siempre se presenta otra dificultosa situación: un edil que forma parte de la “oposición política” del gobierno de turno tiene la responsabilidad de representar a las minorías que han optado por otra propuesta y cumplir con las expectativas de los ciudadanos que votaron por él.

El funcionamiento de los legislativos en nuestra región deja mucho que desear en los últimos años. En Granadero Baigorria se batió un récord inusual en el año 2010, convirtiéndose en el Concejo que menos sesiones realizó durante un período ordinario. En la mayoría de las restantes ciudades del Cordón Industrial, los concejos, con mayoría oficial, han funcionado a voluntad de las gestiones municipales

También es difícil entender la posición que tomaron los ediles del Frente Progresista Cívico y Social (UCR-Vecinalismo) de Capitán Bermúdez; oponiéndose a aprobar una declaración en apoyo al pedido de justicia por el asesinato del joven militante del Partido Obrero, Mariano Ferreyra. Quizás no tenga relación directa con lo que intentamos distinguir en estas líneas, pero muestra la mezquindad de las personas que ocupan algunas bancas en nombre del pueblo.

En la sesión del martes 11 de septiembre en Fray Luis Beltrán, sucedió un hecho insólito y difícil de creer. Una ciudadana que asistió al recinto para ver a sus representantes en acción, interpeló al Concejal Marcelo Albelo y le preguntó: ¿Cómo concejales ustedes qué responsabilidades tienen con la gente del pueblo? El edil contestó, sin titubear ni dudarlo un segundo: “ninguna”.

Probablemente esta respuesta ayude a comprender el por qué del mal funcionamiento de los legislativos locales. No hay que resignarse, hay que trabajar para intentar modificar estas cuestiones que, lamentablemente, están naturalizadas en el común de la gente y dentro de la política en nuestra zona.