Una rotisería de Granadero Baigorria, ubicada en calle Pueyrredón y Eva Perón, fue blanco de amenazas extorsivas en la noche del viernes. En una serie de llamadas, desconocidos les pedían 50 mil pesos “para trabajar tranquilos”, contó Lorena, la propietaria del comercio, en sus redes sociales.

Según amplió a 11Noticias, cerca de las 20 horas recibieron más de 30 llamados con este tipo de amenazas, teniendo en cuenta que, debido al corte de luz por el temporal que se abatió sobre la región horas antes había baja señal de teléfono y la comunicación se cortaba, por lo que los extorsionadores insistían.

“Hoy en día no podemos trabajar tranquilos. Esta noche nos llamaron en el horario de la Rotisería para pedirnos plata para dejarnos trabajar tranquilos, nos dieron datos muy precisos que nos alarmaron”, relató Lorena en su publicación. “Tenemos que pagar para poder trabajar porque sino nos revientan el lugar. Lamentable porque cada día nos rompemos para poder tener nuestras cosas y poder sobrevivir porque no somos millonarios”, continuó.

Luego, según explicó, se comunicó con personal policial y efectivos del Comando Radioeléctrico se acercaron al lugar. Más tarde, pudo realizar la denuncia, aunque con cierta dificultad ya que en la Comisaría tampoco tenían energía eléctrica.

Esta situación, también indignó a la comerciante, quien se preguntó: ¿Dónde están los recursos para protegernos? Porque la policía no los tiene, están sin luz en la comisaría ni siquiera una luz de emergencia tienen, mucho menos un generador para poder tomar la denuncia”.

La propietaria de la rotisería cree que no se trató de una broma ya que considera que "dieron datos precisos, lo que nos alarmó mucho porque eso solo lo sabría alguien que paso y miró", dijo

Una modalidad que se repite

Un hecho de similares características se produjo el pasado lunes cuando la rotisería del restaurante El Establo, de Av. Pellegrini al 1700 de Rosario, recibió dos llamados en los que pedían 400 mil pesos para que no balearan el local, pasadas las 20 horas.

El mismo comercio gastronómico ya había sido baleado el 21 de noviembre de 2021, cuando el lugar estaba lleno de comensales y empleados. De hecho, uno de los tiros efectuados por un sicario en moto dio en la espalda de un trabajador. El hecho quedó filmado y pudieron verse escenas de pánico, de gente arrojándose al suelo para evitar resultar lesionada.