Luego del atroz crimen de una pareja con su pequeña bebé tras un casamiento en el salón Campos de Ibarlucea, en donde marido y mujer cursaban penas por distintas causas relacionadas con el narcotráfico, todavía no hay personas detenidas.

El fiscal de la causa, Gastón Ávila, tomó declaración a un joven que dijo haber prendido fuego el Audi TT donde circulaban Maximiliano Gimenez, Érica Romero y su hija Elena, los tres ultimados por una camioneta que les disparó a la salida de la fiesta.

Según la reconstrucción que realizó el fiscal con el testimonio de este joven, el hombre que conducía el vehículo baleado pudo regresar al salón en busca de socorro, y fueron llevados junto a su beba por otros asistentes a la fiesta al hospital Eva Perón de Granadero Baigorria, donde llegaron sin vida.

El testigo declaró que tomó el vehículo y llevó a la mujer baleada hacia otro nosocomio. Según dijo el fiscal, el joven sostuvo que por estar ebrio confundió el camino y no pudo llegar al hospital para que asistan a la víctima.

En el camino rural donde encontrar el vehículo horas más tarde, finalmente desistió del traslado hacia el nosocomio y, por temor, prendió fuego el automóvil con la mujer ya fallecida allí dentro.

El fiscal declaró en Rosario3 que no imputará aún a este joven, ya que “no ve intención de encubrir a los homicidas”. Claro está, tampoco está detenido.

Mientras tanto, Brisa Milagros Leguizamón Ferreyra y Esteban “Pinky” Rocha, la pareja que organizó el casamiento de esa noche, son buscados por la Justicia Federal.

La mujer cursaba una condena a prisión domiciliaria por una causa relacionada con el narcotráfico, en tanto que él estaba involucrado en una causa por el mismo delito, aunque la condena estaba siendo revisada por la Cámara de Casación Penal.

Ahora, Gendarmería Nacional Argentina debe ejecutar la orden de detención de ambos, solicitada por el Tribunal Oral Federal Nº1 de Rosario. Por ahora, están prófugos.