No se encontraron resultados.La mayoría debe acordarse de “la Marcha de Osías” Para quienes no la tiene presente, se las recuerdo Osías era un Osito que paseaba por la calle chacabuco y mirabas las vidrieras, pero no tenía dinero, luego entra a un bazar y quiere compra muchas cosas bastante particulares. Entonces me puse a pensar cuantas veces nos son necesarias estas cosas de grandes, cosas que no pueden comprarse, pero que si bajamos un cambio y ponemos voluntad las podemos disfrutar . En esta nota quise tomar algunas estrofas y planteárselas como reflexión, para ver que es necesario volver a la infancia a veces y plantearnos algunas cosas.
“Quiero tiempo, pero tiempo no apurado, tiempo de jugar que es el mejor. Por favor, me lo da suelto y no enjaulado adentro de un despertador” Esto decía Osías, ¿porqué no pensar cuanto tiempo “suelto” para disfrutar tenemos? No es descabellado que el osito pida el no apurado ni adentro de un despertador. ¡Cuántas veces lo habremos pedido nosotros!
Y la canción sigue en otra estrofa
“Quiero cuentos, historietas y novelas pero no las que andan a botón. Yo las quiero de la mano de una abuela que me las lea en camisón.” Así es sentarnos a leer y dejar las “novelas a botón” Apagar la tele, ir a la biblioteca, elegir un mundo de papel y sumergirnos en el. No es necesario que sea todos los días, pero el fin de semana o una vez cada tanto dos o tres páginas, no le hacen mal ni a la cabeza ni a los ojos, será una caricia para el alma más de una vez.
Salteándome alguna estrofa la canción dice
“Quiero un cielo bien celeste aunque me cueste, de verdad, no cielo de postal, para irme por el este y el oeste en una cápsula espacial” Esta frase me hace pensar ya no el cielo de ciudad, ese que nosotros vemos todos los días, plagado de contaminación, Sino en el cielo que todos queremos ver en algún momento ese cielo limpio de montañas o de mar, de campo, o de nuestra propia imaginación. Que de noche se plaga de estrellas y una luna radiante. Y también me despierta ganas de viajar, de recorrer el mundo, a veces sentados en un sillón a veces arriba de un colectivo o de un avión, desde el lugar que podamos, viajar por nuevas culturas, nuevos lugares y porqué no nuevos mundos.
Esta canción da para pensar mucho, para ponernos a reflexionar sobre que cosas nos gustaría comprar. Si lo que necesitamos es tiempo para nosotros, o para compartir con los demás; tal vez apagar la tele y ejercitar la cabeza; quizás viajar. Puede ser que no sea nada de eso y que lo que realmente haga falta sea un poco de paz, un poco de reflexión. Cada uno sabe en qué momento quisiera ser Osías el Osito de la canción.
Agustina Sola