OPINIÓN. Eran las 8:10 de la mañana de este martes 15. Tenía que viajar de Capitán Bermúdez a Rosario. Fui a esperar el Expreso, que era la línea que me dejaba más cerca del lugar al que debía ir. A los 5 minutos veo venir uno, hago seña y no para. Claro, venía tan lleno que no entraba más nadie, en pleno horario “pico”.

Mientras esperaba otro, veo sobre la parada de Av. San Lorenzo y Presidente Perón, en la mano a San Lorenzo, dos colectivos detenidos por desperfectos mecánicos y a sus pasajeros abajo, esperando para abordar la siguiente unidad.


Colectivos rotos en Capitán Bermúdez

Seguí esperando y tomé el siguiente, que también iba lleno pero siguió levantando pasajeros hasta que ya no entraba más nadie. En Granadero Baigorria el chofer tuvo que pedir por favor a los que estaban subiendo que esperen el siguiente.

“Tenemos que ir a trabajar, ya el anterior no nos quiso parar”, le reprochó una mujer que estaba queriendo subir. “No puedo hacer nada señora, yo necesito tener un espacio libre para poder ver los espejos y la puerta, sino no puedo manejar. No es mi culpa, soy un laburante como usted”, le contestó con toda razón el colectivero.

No entra más gente, y obviamente hay enojo. DESASTRE pic.twitter.com/4P4v9K9uGU

— Marcos (@MarcosCarballo_) February 15, 2022

Esto, repito, sucedió un 15 de febrero, cuando todavía las escuelas no tienen clases normalmente. Ni me quiero imaginar qué va a pasar en marzo, cuando comience el ciclo lectivo y tanto alumnos como docentes deban movilizarse.

Ya en 2021, la situación era esta misma, teniendo en cuenta que existían las “burbujas”, por lo que no iba el curso completo, algo que en este 2022 anunciaron que dejará de existir por lo que habrá muchos más alumnos movilizándose.

Realmente, el transporte público de la región necesita atención. Por la pandemia, algunas de las líneas unificaron recorridos y suprimieron frecuencias para abaratar costos, sin embargo, en la actualidad prácticamente todo se ha abierto y la cantidad de personas que se movilizan vuelve a recuperar los niveles pre pandemia.

¿No será hora de diversificar los medios de transporte, como por ejemplo con trenes de cercanía? ¿No es momento de mejorar las frecuencias y pensar en otros recorridos que no sean solamente por la Ruta 11 en localidades como Bermúdez, Beltrán y San Lorenzo? ¿Y de pedir a las empresas que renueven y/o sumen más unidades?

Son solo preguntas, las autoridades de turno serán las que deberán tomar el toro por las astas y hacerse cargo de darle respuestas a los vecinos.