No se encontraron resultados.Calles inundadas por cañerías rotas; vecinos que reclaman, con toda razón, contar con un buen servicio; una institución que no paga los sueldos a sus trabajadores, y un Estado municipal que no termina de definir su posición para ayudar o licuar a una institución. Eso podría resumir la dificultosa tarea de los vecinos de Fray Luis Beltrán a la hora de abrir una canilla y pretender tomar un vaso de agua, ni hablar si quieren darse una ducha, eso es un placer demasiado caro para los beltranences.

El paro de los trabajadores, que a veces de la impresión ser más que un paro una huelga permanente, y la falta de experiencia de quienes manejan la Cooperativa de Agua Potable de Fray Luis Beltrán, son, quizás, los dos factores que repercuten de manera directa en la problemática que atraviesa la ciudad con un servicio tan vital, el agua. Que, en realidad, no es un servicio, sino un derecho humano.

Las últimas dos semanas de febrero, los vecinos de barrio Sargento Cabral se vieron afectados por dos roturas en las cañerías de agua que controla (sí, controla es sólo un formalismo) la Coaposer. Una ruptura se dio en calle Reconquista, entre French y Moreno, y otra en French y Monteagudo. La primera, la más importante, la intersección de las calles se inundó provocando la conformación de un verdadero lago. No entendemos de qué se quejan los vecinos, el Nahuel Huapi al alcance de su mano.

A pesar de los reclamos constantes de los vecinos, nadie se acercó a mirar lo que sucedía. Los trabajadores de la Coaposer se encuentran, otra vez, de paro. Nadie va a discutir la legitimidad del reclamo de los empleados, que sólo pretenden que la institución cumpla con el pago de sus haberes, pero sin dudas que la situación genera un desgaste permanente. A tal punto que hasta da la impresión que es un problema de índole personal entre los trabajadores y la institución.

Más allá del conflicto laboral, lo cierto es que la ciudad ha pasado otro verano para el olvido. Días y noches sin presión de agua con altísimas temperaturas. Cortes permanentes y constantes. Claro también que no se puede quitarle responsabilidad a los socios de la Cooperativa. También hay que hacer un mea culpa y tener en cuenta que más del 60% de la población no paga sus boletas o tiene atrasos con la prestadora del servicio que cada día que pasa es más difícil recuperar a esos abonados que no están contribuyendo generando una cadena en la falta de pago de sueldos, insumos y falta de inversión.

Pero tratándose del acceso al agua potable la principal responsabilidad recae sobre el Estado municipal siendo este el concesionario del servicio. Es el ejecutivo el que debe tomar las medidas necesarias para ayudar a la institución a salir de este enorme cráter y que a ningún vecino le falte agua potable en su vivienda. Es triste que en pleno siglo XXI quienes deben hacerlo no puedan garantizar que los vecinos de Fray Luis Beltrán puedan tomar un vaso de agua o darse una ducha durante el verano.