Para comenzar este artículo vamos a dejar en claro ¿Qué es un meme? Es un texto, una imagen, un vídeo que se difunde rápidamente por las redes sociales, y que a menudo se emplea con fines completamente humorísticos. Pero, es mucho más que una forma ingeniosa o simpática de pensar la realidad.

Son mensajes breves, irónicos, a veces creados como un simple chiste, a veces creados con un gran trasfondo político, algunos muy elaborados y otros más simples. Memes al fin, instrumentos importantes de la comunicación contemporánea.

“Los memes son mensajes visuales sencillos, de consumo instantáneo, por lo general irónicos, concebidos para navegar por las redes sociales a velocidad superheroica. Su naturaleza se ubica entre lo popular y lo populista. Son, al mismo tiempo, la encarnación digital e hiperbreve del chiste”, dice Jorge Carrión en un artículo del New York Times.

“El humor es la manifestación más elevada de los mecanismos de adaptación del individuo”, decía Sigmund Freud en su investigación sobre el chiste y su relación con el inconsciente. Es muy normal que los chistes, en este caso memes, se dirijan a una figura de poder, a una ideología, una comunidad específica. A veces son la forma políticamente correcta de dar una opinión que de otro modo caerían mal.



El chiste es también un modo de hacer frente a nuestras angustias o situaciones extremas y traumáticas. Un claro ejemplo es la propagación del meme en internet durante la pandemia, más precisamente, durante la cuarentena en Argentina. El meme fue utilizado como mecanismo para hacerle frente al encierro, a la situación complicada que se vivió en los primeros meses del 2020.

Lo mismo sucede con el conflicto bélico que se desató hace unos días en Ucrania, cuando Rusia comenzó con los bombardeos. Los memes comenzaron a circular en redes como mecanismos para hacerle frente a la represión social, cultural e individual que nos genera el displacer de esta situación histórica.



Freud decía que “gracias al relato divertido se liberaría parte de esa tensión que estaría implícita en la represión”. Los memes pueden abrir ese camino en el cual se puede reconocer en profundidad la realidad subjetiva de una cultura y una sociedad. Y así como millones pueden reír y divertirse, otros millones pueden cambiar su pensamiento, sus creencias y percepciones. Es,en mi opinión, la herramienta de comunicación más poderosa de los últimos tiempos.

Tras el ataque ruso del jueves, la cuenta oficial de Ucrania compartió una caricatura de Hitler sonriendo satisfecho ante un pequeño Vladímir Putin. Por debajo explican “Esto no es un meme, sino nuestra y vuestra realidad ahora mismo”.



Ahora bien, me pregunto algo para reflexionar, realmente ¿Nos burlamos de los eventos desafortunados que pasan en el mundo o simplemente intentamos alejarnos de lo real y le damos difusión por inercia y para no sentirnos parte del problema?

Compartirlos, difundirlos, darles relevancia, está en nuestras propias manos, somos responsables de la comunicación digital en redes a partir de un simple, pero poderoso meme.


“Todo chiste, en el fondo, encubre una verdad”. Sigmund Freud