Pasaron 15 días consecutivos desde que inició una medida de fuerza en el sector de arena y piedra impulsada por el Centro De Patrones y Oficiales Fluviales, de Pesca y de Cabotaje Marítimo, el Sindicato Conductores Navales de la República Argentina y el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos, en reclamo por la recomposición salarial del año 2023 y en el marco de la vertiginosa escalada de la inflación. El acuerdo paritario es a año vencido y producto de un Convenio Colectivo de Trabajo aflorado cuando la estabilidad económica del país no superaba los dos dígitos de inflación.

La inactividad no afectó a los empresarios, quienes parecen estar cómodos con la situación. “No lograron doblegarnos”, se jactó el representante de un sector privilegiado de la actividad fluvial, que dentro de un bloque denominado Camara Arena y Piedra del litoral, acapara de forma exclusiva la extracción y venta de arena y negocia sus costos uniformemente.
Cada año, las partes encuentran el disenso y escala el conflicto rompiendo la paz social, dejando en medio a la demanda de sectores productivos y de la construcción privada o pública sin el insumo básico.



Se entiende que el sector posee una competencia comercial entre los propios integrantes de la Cámara, que cubre la zona geográfica desde la localidad de Baradero (Buenos Aires) hasta el confín norte de Argentina. Asimismo este núcleo de empresas conforman un monopolio sobre el sector productivo de la materia prima de la construcción que se extrae de un recurso natural con escasos controles y regulación. Esta particularidad le permite fijar el precio del producto al ritmo inflacionario, y más aún, aprovechar la ley de la oferta y la demanda cuando el producto escasea en periodos paritarios.

Las empresas estaban decididas a sostener el conflicto gremial hasta llegar a la fecha del inicio de la paritaria y, de esta forma, desgastar a los trabajadores y simultáneamente usufructuar el conflicto con otra escalada de precios en el metro cúbico de la arena. Sin embargo, una propuesta inesperada, de gremios vinculados a las actividades afectadas por la falta de suministro, puso en evidencia que el monopolio de la arena no va a permitir a otros competidores dentro del sector.



Ayer al mediodía, las partes tiraron las cartas en la mesa del Ministerio de Trabajo de la Provincia de Santa Fe en una audiencia convocada por los gremios de Camioneros Santa Fe y UOCRA Rosario, afectados por el desabastecimiento de arena, y aseguran que ya se habla de procedimientos preventivos de crisis por la falta del insumo. En solidaridad con los gremios fluviales, Camioneros y UOCRA propusieron descargar arena en la localidad bonaerense de San Nicolás para luego trasladarla vía terrestre a los distintos corralones y mantener la cadena productiva abastecida. Esto es posible ya que los gremios marítimos lograron un entendimiento con la Cámara de Arena y Piedra de Buenos Aires, donde la actividad funciona con normalidad.



Los paritarios del sector propusieron levantar la medida de fuerza con el compromiso de un 30% de adelanto inmediato de la paritaria para luego continuar la negociación. El desfase de los salarios está por encima del 230% en el periodo 2023-2024. Sin embargo, el sector empresarial se negó a comprometerse. No es la primera propuesta que recibe una negativa; es la octava reunión que mantienen sobre la discusión salarial, y hubo propuestas de los gremios que se fueron ajustando en búsqueda de un adelantamiento de esta negociación para evitar el conflicto.