No se encontraron resultados.Imaginemos a cientos de sanlorencinos reunidos en la esquina de los bancos con banderas albicelestes flameando al viento, bombas, trompetas y alegría por el triunfo de la selección Argentina. Todos unidos por un mismo sentimiento de amor. Emociona, conmueve y apasiona.

Ahora imaginemos a decenas de personas reunidas en la misma esquina, con banderas de identificación social, pancartas con jóvenes que han muerto en situaciones de violencia o por malas condiciones de trabajo, con personas desaparecidas y un padre dirigiendo la movilización. Imaginemos esas caras de disgusto, enojo y profunda tristeza, pero todos ellos unidos por lo mismo: la búsqueda de la justicia. Emociona, conmueve y apasiona.

Semejanzas y diferencias. Los cientos de sanlorencinos en los festejos de argentina unidos por el amor a la camiseta, contentos por una alegría, sin miedo de salir a la calles, todos unidos sin banderas políticas, sin discriminar, sin violencia. Es hermoso ¿No? Ahora vayamos a la movilización que se realiza cada mes por Paula Perassi. Pocas personas, pero muy unidas. Todas luchando por la misma causa: JUSTICIA. Aquí tampoco se tendrían que ver las banderas políticas y los que no se hacen presentes, lo hacen por miedo, por desinterés. Pero aquí se lucha por la aparición de una persona, y porque no haya más otro desaparecido en democracia en el Cordón Industrial. Para que el día de mañana nadie tenga que salir a luchar por otro caso similar, y sólo salgamos a la calle a festejar triunfos y alegrías.

No entendemos cómo podemos hacernos el tiempo para festejar un logro de un partido de fútbol, pero no para unirnos en la lucha por la verdad y la justicia. Para sacar adelante un país en donde todavía hay desaparecidos, y no estamos hablamos de la dictadura. Si el pueblo se une al igual que lo hace por un partido de fútbol, también puede hacerlo para luchar. El pueblo tiene más poder que el gobernante o el policía. Por eso desde este medio invitamos a todos aquellos cientos de argentinos que salieron a festejar una victoria, a participar de las marchas por Justicia, no sólo por Paula Perassi, sino para que podamos festejar cada día, una victoria permanente, de que la Justicia sea realmente justa.