Magros mil votos fueron los que posibilitaron al intendente Leonardo Raimundo retener el Poder Ejecutivo Municipal en lo que será su cuarto mandato, que finalizará con 20 años de gestión consecutivos..
Por otro lado, nuestro espacio político logró afianzarse en la disputa por la concejalía doblando la cantidad de votos que obtuvimos en las elecciones PASO, lo que significa que más de un cuarto de los votantes sanlorencinos eligió una propuesta electoral joven pero segura, que con militancia ha crecido y que hemos podido referencias con ejes de trabajo muy claros que van desde la salud mental y el acceso a la vivienda, hasta pensar en la seguridad como una problemática transversal, pasando por el transporte y la cultura del trabajo.
Las elecciones dejaron a la vista los dos lados de una misma moneda. La cruz es una gestión que se vio muy golpeada después de las PASO, que ganó por tan solo 700 votos y que obligó al intendente a decir que de ganar, este iba a ser su último mandato, y que obligó a todo el gabinete municipal a militar una campaña como nunca antes y, a una Secretaría de Desarrollo Social a trabajar como nunca antes.
La cara es la consolidación de nuestro espacio como una real alternativa de gobierno, ya no solo vista como la única oposición en el Concejo, sino como una oposición capaz de gobernar el municipio, con lógicas de gobierno y de construcción política distintas a los que hace casi dos décadas, sin alternancia, dirigen la ciudad a su gusto y piacere.
La mitad de San Lorenzo rechazó la propuesta política del oficialismo que incluye ostentación y clientelismo como dos bases fundamentales para sostener el poder en una ciudad donde más del 45% no tienen cloacas, ni tenemos sistema de transporte, ni de salud, y en la que cada vez vivimos más encerrados por la creciente inseguridad.
Los próximos cuatro años seguiremos siendo el único espacio legislativo con gestión, con crecimiento territorial a partir de políticas públicas concretas como lo es Casa Pueblo, que es el centro de atención, contención y prevención de consumos problemáticos que abrimos en Barrio Mitre; como también lo es el espacio comunitario San Jose Obrero de barrio José Hernandez, donde se trabaja la contención social desde el empoderamiento del barrio a partir de la educación en oficios y la organización comunitaria; la Feria de la Economía Popular que genera trabajo para más de 70 trabajadores todos los meses; y nuevos espacios que surgirán para resolver problemas estructurales que tiene nuestra ciudad y con los que seguiremos demostrando que se puede, que solo se necesita voluntad política y no echar culpas a la provincia para no hacerse cargo de los problemas.