El descubrimiento ocurrió durante una patrulla por el Embalse Ezequiel Ramos Mexia, el cual se encuentra en Villa El Chocón, provincia de Neuquén. Debido a la bajante del agua, los miembros de la Prefectura encontraron pisadas sobre la ribera, en una zona de difícil acceso, conocida como “Punta Lote”, ubicada a alrededor de 19 kilómetros en línea recta de Villa El Chocón.

Presumiendo que se trataba de un descubrimiento paleontológico de relevante interés científico, los efectivos se comunicaron con el investigador paleontológico Juan Canale, investigador del CONICET y Director de uno de los laboratorios del Museo Municipal Paleontológico, Arqueológico e Histórico "Ernesto Bachmann", quien analizó las imágenes tomadas por la PNA e indicó que se trataría de huellas tridáctilas, originadas por un dinosaurio bípedo de tamaño mediano-grande.

Los niveles portadores de roca donde se produjo el hallazgo pertenecen a la Formación Candeleros, de la edad Cretácico Superior bajo (Cenomaniano), con una antigüedad de entre 99 y 96 millones de años y sumamente rica en huellas de dinosaurios y otros vertebrados mesozoicos.