Con una mezcla de profunda emoción y satisfacción por una nueva victoria en la lucha por la memoria, la verdad y la justicia, Abuelas de Plaza de Mayo confirmó este jueves la restitución de la identidad del nieto 140, hijo de Graciela Alicia Romero y Raúl Eugenio Metz, nacidos y militantes en Bahía Blanca, ambos secuestrados y desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar.

El nieto 140 nació el 17 de abril de 1977 en el centro clandestino de detención conocido como “La Escuelita” de Bahía Blanca, en condiciones de extremo cautiverio. Su madre, Graciela, estaba embarazada de cinco meses al momento de su secuestro, el 16 de diciembre de 1976, junto a Raúl, su compañero, con quien tenía ya una hija, Adriana. Desde entonces, ambos permanecen desaparecidos.

“Con esta restitución confirmamos, una vez más, que nuestros nietos están entre nosotros. Y que gracias a la perseverancia de 47 años de lucha, seguirán apareciendo”, expresaron desde Abuelas.

Adriana, la hermana mayor del nieto 140, fue criada por sus abuelos paternos luego del secuestro de sus padres. Desde su juventud, tomó la posta de la búsqueda iniciada por sus abuelos Oscar y Elisa, y jamás bajó los brazos. En 2009 abrió un blog llamado Poncho de Lana, donde cada 17 de abril le escribía una carta a su hermano sin saber dónde ni cómo encontrarlo. Esas palabras, tejidas con amor y esperanza, hoy encuentran por fin un destinatario real.

“Sólo encontraría a su hermano buscando a todos”, destacaron desde la organización. Esa convicción la llevó a involucrarse activamente en la lucha, participando en cada acción, campaña o producción institucional.

La restitución fue posible gracias a una denuncia anónima, que permitió iniciar una investigación articulada entre Abuelas de Plaza de Mayo, la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CoNaDI) y la Unidad Fiscal Especializada para Casos de Apropiación (UFICANTE). Con la información reunida y las sospechas consolidadas, en abril de este año el hombre en cuestión fue contactado y aceptó realizarse el análisis genético en el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG).

El viernes pasado se confirmó el resultado positivo del cotejo: es hijo de Graciela y Raúl. El fin de semana, las familias Metz y Romero fueron notificadas. Hoy, el anuncio se hizo público.

“Este encuentro demuestra lo imprescindibles que son las herramientas construidas por el Estado y la labor silenciosa de quienes siguen trabajando, a pesar de las dificultades, por el derecho a la identidad”, remarcaron desde Abuelas.

“Los nietos y nietas que faltan están entre nosotros”, insisten desde la organización. Por eso, llamaron a quienes tengan dudas sobre su origen o información que pueda ayudar a la búsqueda, a que se acerquen sin temor: “Su consulta no molesta. Cualquier sospecha, por mínima que parezca, es motivo suficiente para acercarse”.

Con esta restitución, ya son 140 las identidades recuperadas desde el regreso de la democracia. Y cada una de ellas ratifica la potencia de una lucha que se sostiene con amor, perseverancia y la certeza de que la verdad, tarde o temprano, siempre aparece. “Bienvenido nieto 140. Te abrazamos con la alegría de saberte libre y con la esperanza de que otros, como vos, encuentren el camino de regreso a su historia”, concluye el comunicado de Abuelas.