El sábado por la noche, en una estación de servicio de Concordia, Entre Ríos, un auto que esperaba para cargar combustible comenzó a incendiarse tras encender el motor. En el interior del vehículo se encontraba una niña pequeña en el asiento trasero, junto con el conductor.

Cuando las llamas emergieron del capó, Sebastián Almeida, un empleado de la estación de 45 años, reaccionó de inmediato. Desde una distancia de aproximadamente 20 metros, corrió con un matafuegos y apagó el fuego en cuestión de segundos, antes de que pudiera propagarse.

La secuencia, captada por las cámaras de seguridad, muestra cómo el conductor apenas tuvo tiempo de salir del auto mientras Almeida ya estaba a su lado extinguiendo el incendio. “Actué por instinto, vi las llamas y supe que no podía perder tiempo”, explicó el empleado.

Gracias a su rápida intervención, ninguna de las más de 10 personas presentes en la estación de servicio resultó herida.