El descubrimiento se produjo durante las tareas de traslado de documentación para la creación del futuro Museo de la Corte Suprema. En ese contexto, funcionarios judiciales encontraron las cajas en el subsuelo del Palacio de Tribunales. Al examinar el contenido, identificaron material propagandístico del régimen de Adolf Hitler, dirigido a difundir su ideología en territorio argentino.
El viernes pasado, el presidente de la Corte, Horacio Rosatti, encabezó la apertura formal de las cajas en una sala del cuarto piso del edificio judicial. El acto contó con la presencia del Gran Rabino de AMIA, Eliahu Hamra; el director del Museo del Holocausto de Buenos Aires, Jonathan Karszenbaum; la investigadora Marcia Ras, y otros especialistas y funcionarios del Poder Judicial.
Según se reconstruyó, el material llegó al país el 20 de junio de 1941 a bordo del buque japonés Nan-a-Maru, enviado por la embajada alemana en Tokio. Aunque fue declarado como “efectos personales”, la magnitud del envío despertó sospechas en la Aduana, que dio aviso al entonces canciller Enrique Ruiz Guiñazú.
La Comisión Especial Investigadora de las Actividades Antiargentinas, presidida por el diputado Raúl Damonte Taborda, analizó parte del contenido. En agosto de 1941 se hallaron libretas del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán en el exterior, postales y fotografías con propaganda nazi. La embajada alemana intentó recuperar el envío, pero la justicia argentina, a través del juez federal Miguel Jantus, ordenó su incautación.
En septiembre de 1941, el material fue remitido a la Corte Suprema por tratarse de un caso que involucraba a un Estado extranjero. Desde entonces, las cajas permanecieron archivadas y olvidadas, hasta su reciente redescubrimiento.
El presidente Rosatti ordenó la preservación del hallazgo y la creación de un inventario para determinar si los documentos contienen información inédita sobre el Holocausto o las redes de financiamiento del nazismo. La tarea se realizará en colaboración con el Museo del Holocausto, en el marco de un convenio firmado a fines de 2024 entre la Corte Suprema, la Asociación de Abogados Judíos de Argentina y la Fundación Memoria del Holocausto.