El Gobierno Nacional anunció, a través de la
Secretaría de Transporte, que
desde septiembre se quitarán todo tipo de subisidios a las empresas de transporte de pasajeros de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Franco Mogetta, funcionario del área, anunció este martes en la Cámara de Diputados que se terminará con el envío de fondos para solventar gastos de las empresas de transporte urbano de Buenos Aires “que inician y finalizan el recorrido dentro de su territorio”.
“Hemos establecido que a partir del mes de septiembre,
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires va a solventar el 100 por ciento de las compensaciones de sus 31 líneas y el Estado Nacional no va a poner un peso”, anunció el secretario a la comisión de Transporte de la cámara baja.
Mogetta agregó que esto se trata de
“una deuda pendiente que venía manteniendo el Estado”, y que “tiene como objetivo reordenar las responsabilidades en materia de transporte y brindar una igualdad en la distribución de recursos en todo el país”, aunque sobre este punto no se hicieron anuncios sobre algún tipo de fondos que vayan a recibir las empresas del interior del país, las que reclaman que se concreten este tipo de acciones para solventar el sistema.
El total del dinero que la Nación envía a la Ciudad de Buenos Aires para sostener el servicio representa un 67% de la cobertura de los costos del boleto.
Pese a que la medida repercutirá directamente en un aumento del precio del boleto, Mogetta aseguró que desde el Gobierno continuarán “subsidiando a través de SUBE a 5.300.000 personas", mediante el sistema de tarifa social que representa un descuento del 55% en el costo del viaje.
En Buenos Aires, de este modo, el boleto podría pasar a costar, según estimaciones privadas, cerca de $1400. Hoy,
el mínimo es de $240 y hasta $340 para los tramos más extensos.