El balance de muertos del terremoto que sacudió el lunes Turquía y Siria se elevó a 33.179, según cifras oficiales que fueron difundidas el domingo.
El sismo de magnitud 7,8 dejó 29.605 muertos en el sur de Turquía, anunció el organismo público de gestión de catástrofes de ese país, a los que se añaden 3.574 fallecidos en Siria. No obstante, según la ONU, la cifra final podía ser dos veces mayor.
Recién llegado el sábado a Kahramanmaras, cerca del epicentro del sismo en Turquía, el jefe humanitario de la ONU, Martin Griffiths, aseguró a la cadena Sky News que el saldo de víctimas todavía podía aumentar considerablemente.
En medio de un escenario devastador y el frío glacial, decenas de miles de socorristas locales y extranjeros trabajan entre las ruinas en busca de señales de vida. Aunque pasaron ya seis días desde el sismo de magnitud 7,8 ocurrido en la madrugada del lunes, siguen emergiendo historias milagrosas de sobrevivientes.
Un bebé de siete meses llamado Hamza fue rescatado con vida más de 140 horas después del sismo en la provincia de Hatay (sur de Turquía) .
Naciones Unidas advirtió que hasta 5,3 millones de personas se quedaron sin casa solo en Siria y que al menos 870.000 precisan urgentemente de comida en ambos países.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que 26 millones de personas se vieron afectadas por el terremoto y lanzó un pedido urgente para recaudar 42,8 millones de dólares para financiar las necesidades sanitarias inmediatas.