La multinacional estadounidense Dow Argentina, única productora de poliuretano en el país, cerró su planta en la ciudad de Puerto General San Martín. La noticia llegó esta mañana como balde de agua fría para los 120 trabajadores que fueron desalojados de sus puestos de trabajo por las autoridades de la firma.
La planta se encontraba paralizada hace más de 10 días por falta de materia prima. Según explicó el secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados Petroquímicos Unidos (SOEPU), Mauricio Brizuela, la empresa acusó la supuesta demora en un embarque de materia prima proveniente de Brasil.
"Fue una estrategia, fuimos engañados. Entraron las autoridades y les dijeron a los trabajadores que salgan todos afuera, que la planta cierra y que van a quedar todos desvinculados. Luego se comunicaron con el gremio para anunciar el cierre definitivo”, contó el dirigente.
Inicialmente, la multinacional había anunciado el cierre de sus operaciones para el 2022, alegando una decisión estratégica a nivel global para optimizar su cartera de productos. Sin embargo, la reacción del gobierno nacional, encabezado por el entonces ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas, junto con la presión de los gremios y los trabajadores, logró frenar este cierre. Se abrió una mesa de diálogo en la que participaron representantes del gobierno, la empresa y el sindicato del sector químico, donde se buscó una solución que permitiese mantener activa la planta.
Finalmente, en 2022, Dow revirtió la decisión de cerrar la planta, comprometiéndose a continuar con las operaciones en el país. Este acuerdo fue celebrado como una victoria para los trabajadores, los gremios y el gobierno, que logró evitar la pérdida de un polo productivo importante en la región.
Semanas atrás, el presidente de Dow, Matías Campodónico participó del panel Los motores de la economía que viene, en la sexta edición del Reinventando Argentina Summit de Forbes donde aseguró que “reafirmamos nuestro compromiso con la innovación y la sostenibilidad, buscando impulsar el crecimiento y el futuro de la industria en toda la región”.
El cierre de la empresa golpea el abastecimiento de poliuretano en el mercado local, lo que repercute en la capacidad productiva de muchas industrias clave, como la automotriz, calzado, construcción, muebles y electrodomésticos, aumentando la dependencia de insumos importados y generando mayores costos operativos.
Contrario a las esperanzas del gobierno actual, el cierre de una planta tan significativa podría generar desconfianza entre inversores internacionales, quienes podrían percibir a la Argentina como un lugar menos atractivo para inversiones industriales a largo plazo.