El Centro de Monitoreo Meteorológico y Climático SAT de Granadero Baigorria realizó un estudio en 5 escuelas de la región, en localidades entre Rosario y Ricardone, donde analizaron la calidad del aire en diferentes condiciones. Las conclusiones de esta investigación sirven para reforzar la recomendación de mantener los ambientes bien ventilados para evitar la propagación del Coronavirus.

El trabajo se hizo bajo la hipótesis de que el tamaño del virus del COVID es tan pequeño que podría ser transportado por las partículas que se encuentran suspendidas en el aire y aumentar su permanencia en el ambiente, lo que las convertiría en un “posible vector para la propagación de la enfermedad”. Además, en estudios anteriores se han encontrado restos de ARN del SARS-CoV-2 en muestras de partículas por millón medidas en ambientes tanto industriales como urbanos.

Estas partículas tienen tamaño de 2.5 y 10 millonésimas de metro (PM) mientras que las gotículas que podrían contener el virus miden entre 0,1 y 1 PM. Para entenderlo de manera sencilla, Jorge Giometti, uno de los referentes del SAT, lo ejemplificó de la siguiente manera: “el virus del COVID equivaldría al tamaño de una bolita, una partícula de 2.5 millonésimas de metro (PM) sería un poco más grande que una pelota de tenis y la partícula PM 10 sería como una pelota de fútbol”.

El estudio
Los análisis se realizaron entre el 23 de febrero y el 19 de marzo de 2021 en tres colegios privados y dos escuelas públicas de localidades entre Rosario y Ricardone. Dos de ellos entre las 11:00 y las 13:00 h y en los otros tres entre las 14:00 y las 17:00 h. Se midieron diferentes aulas tanto con los alumnos dispuestos en sus respectivas burbujas como así también con los salones vacíos y en el exterior. Utilizaron un medidor de material particulado de tamaño microscópicos de P.M 2,5 y P.M 10 a través de difracción láser.

Los valores “deseados” para los interiores deberían ser para las PM 2,5 menores o iguales a 10 PM por metro cúbico mientras que las de 10 PM debería ser menor o igual a 20 PM por metro cúbico.

Conclusiones
Según pudieron establecer, en los resultados más desfavorables se encontraron hasta un 80.5% de Material Particulado por encima de lo esperando de PM10, mientras que en las aulas mejor ventiladas la cantidad de partículas de PM 10 en suspensión era de la mitad del valor deseado. En cuanto a las de PM 2,5 estaba apenas por encima de lo recomendado. En el caso de las burbujas que se encontraban en salones con valores altos de PM 10, se dieron casos de COVID-19 mientras que en las otras no.

Este resultado sirve para reforzar la hipótesis planteada, que propone que “las partículas de aerosol que contiene el virus de entre 0,1 y 1 um pueden viajar más lejos cuando se unen a partículas de contaminación de hasta 10 um (PM10), ya que la partícula resultante es más grande y menos densa que una gotícula respiratoria, por lo que podría aumentar su tiempo de permanencia en la atmósfera”.

En las mediciones se encontró como los valores subían en las aulas ocupadas y con menor ventilación en los 20 minutos de media. Los valores altos, retoman su índice más bajo entre los 15/20 minutos de ser desocupados y en el caso de forzar la ventilación los valores descendían drásticamente al cabo de un transcurso de unos 10 minutos.

Los datos que se portaron en este informe, refuerzan la recomendación de que la ventilación cruzada forzada o natural tiene una incidencia directa en la baja de los aerosoles medidos, lo que reduce la posibilidad de contagio de los virus.

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