Según fuentes de la empresa, el retraso en la entrada en vigencia del aumento responde a la intención de mitigar el impacto económico en los primeros días del año, cuando gran parte de la población se encuentra de vacaciones y suele viajar.

Con este ajuste, en la Ciudad de Buenos Aires, el litro de nafta súper pasará de $1.108 a $1.127, mientras que el gasoil común subirá de $1.123 a $1.142.

Este aumento es parte de las actualizaciones mensuales que realiza la petrolera estatal para acompañar la inflación y los costos de producción en un contexto de creciente presión sobre los precios de los combustibles. Sin embargo, la moderación de este incremento contrasta con los ajustes más significativos aplicados en meses anteriores.

A pesar del bajo porcentaje, este incremento genera inquietud entre los consumidores que deberán afrontar el impacto en sus bolsillos durante la temporada alta de consumo de combustibles.