La World Rugby anunció que durante el próximo Mundial femenino, que se disputará en Inglaterra entre el 22 de agosto y el 27 de septiembre, las jugadoras utilizarán protectores bucales equipados con sensores que se iluminan al detectar impactos significativos en la cabeza. El cambio de color dependerá de la intensidad: si el golpe es lo suficientemente fuerte como para indicar posible conmoción, el protector se encenderá en rojo. En ese caso, el árbitro deberá detener el juego y la deportista será retirada del campo para su evaluación médica.