Ahora nos volvimos a ilusionar. La repetida frase que tanto se escuchó por diciembre de 2022 se reinventa con la selección juvenil, que ya logró el pase en el primer puesto del grupo A con puntaje perfecto.

El contundente triunfo por 5 a 0 frente a Nueva Zelanda es justo desde el marcador y auspicioso para las ilusiones de todo un país, que llena las canchas y alienta cada vez más a los chicos dirigidos por Javier Mascherano.

Futbolísticamente el crecimiento es alentador. El gol uzbeko en el debut hizo despertar todos los fantasmas de ese Sudamericano dónde los chicos no encontraron el juego y sufrieron cada partido. Pero en el mismo encuentro se dio la recuperación, luego la consolidación con el 3-0 a Guatemala, y la frutilla del postre en este triunfo frente a los oceánicos con una rotación de jugadores que aumentó la competitividad del plantel ya de por sí con condiciones de ser protagonista del certamen mundialista.

Sin dudas el punto alto del equipo es Alejo Véliz, el delantero de Rosario Central, oriundo de Bernardo de Irigoyen y con pasado en la Liga Sanlorencina jugando para Alba de Maciel, que convirtió tres goles en tres partidos jugados.

Claro que el nueve se alimenta de asistencias, y ahí resaltan el lateral de Huracán Valentín Gómez, el de Boca Valentín Barco, y el gran torneo que está haciendo Máximo Perrone, el ex Vélez que entrena bajo las órdenes de Pep Guardiola en el Manchester City.

Y más atrás pisan fuerte Federico Redondo, el jugador del bicho de la Paternal, junto a Mateo Tanlongo, el ex Central hoy en el Sporting de Lisboa y Luka Romero, de excelso partido este viernes convirtiendo un golazo de media distancia y que sin lugar a dudas buscará pelear la titularidad.

En concreto, el plantel encontró un rendimiento que hace ilusionar a los hinchas argentinos apenas digerida la tercera copa del mundo obtenida por la mayor en Qatar. Claro que en este grupo los rivales probablemente hayan sido de una talla mucho menor a la que enfrentó Argentina, por ejemplo, en el Sudamericano.

Ahora los octavos de final serán una prueba de fuego para los jóvenes de la albiceleste, que quieren hacer valer la rica historia argentina en el mundial juvenil, que ahora sí los tiene como uno de los candidatos al trofeo.