En 1971, un grupo de mujeres integrantes de la Comisión de la Unión Vecinal y Deportiva Sargento Cabral de Fray Luis Beltrán, decidieron formar un equipo de fútbol femenino. Entre ellas se encontraba una vecina de la ciudad, que actualmente tiene 72 años.

“Jugamos dos o tres partidos, Cabral nos dio la camiseta de los varones y usábamos jean y zapatillas. Pero fue lindo, el grupo era muy lindo. Teníamos que jugar rápido y a horario porque a muchas no las dejaba el marido”.

Ilda Menon tenía alrededor de 20 años cuando se formó el equipo, y no pudo continuar jugando porque al poco tiempo descubrió que estaba embarazada.

“Fue lindo armar el grupo, no sabíamos nada de fútbol, pero lo hicimos igual. Yo le contaba a mi hijo Javier, y nos reíamos tanto, por lo que no era no saber que la jugadora no podía agarrar la pelota en el área. En un partido, nosotras íbamos ganando y yo le digo a la arquera ‘pero dale, dame la pelota’, agarré la pelota con las manos en el área, hice penal. Pero no sabíamos nada, jugábamos porque nos gustaba” contó.

Además, Ilda reflexionó sobre el crecimiento del fútbol femenino en el país aclarando que “recorrió un camino largo y desafiante hasta poder ser reconocido”

En aquellos años, el fútbol femenino era visto más como una curiosidad que como un deporte serio. Los partidos se organizaban de manera informal, y las jugadoras enfrentaban una fuerte resistencia social y cultural.

Por tal motivo, estas mujeres pueden ser consideradas como el puntapié inicial del fútbol femenino en el cordón industrial, que actualmente cuenta con 15 equipos participando en Primera División de un campeonato oficial.