El arbitraje argentino vive momentos de tensión producto de la reciente expulsión del réferi Diego Abal del fútbol argentino por parte del director nacional de Árbitros de la Asociación del Fútbol Argentino, Federico Beligoy.
El jueves, una tensa reunión entre ambos terminó con el despido mediante carta documento del juez que estuvo presente en el partido Gimnasia - Sarmiento, y que desde el VAR anuló un gol completamente válido para los triperos, producto de una errónea interpretación del reglamento de la posición adelantada.
Puertas adentro de la AFA señalan egos y suposiciones entre los jueces. La versión “oficial” es que Abal fue despedido bajo el argumento de que ya es grande para dirigir (tiene 51 años de edad, y buscan que los jueces lleguen en actividad hasta los 48).
Otro que también, por sucesivas acciones dentro del campo de juego, está en la mira de la dirección de árbitros es Federico Espinoza, árbitro que ya fue varias veces advertido por su manera de conducir los partidos, y que le sacaron la condición de juez internacional para dirigir partidos por Libertadores y Sudamericana.
Estas sanciones disciplinarias comienzan a ser más frecuentes para con los árbitros, cuyas actuaciones muchas veces terminan siendo discutidas por los clubes principalmente en la televisión porteña.
El periodista Pablo Gravellone señaló que el propio presidente de la AFA, Claudio Tapia, tiene en consideración la continuidad de Beligoy, quien tampoco tiene el apoyo por completo de los mismos colegiados del fútbol argentino. El periodista mencionó que el rosarino Sergio Pezzotta podría reemplazarlo a mediados de año.