Las pequeñas librerías y vendedores de esta región recibieron con desaliento la posibilidad de que el Gobierno Nacional, a través de la ley ómnibus del presidente Javier Milei,
elimine la Ley 25.442, la que establece el precio único de los libros y enmarca la “Defensa de Actividad Librera”
La ideología del presidente Milei, y sus proyectos en consecuencia, intentan establecer parámetros de libre competencia en todos los aspectos de la economía y prácticamente de la sociedad argentina. Este proyecto de modificación de varios centenares de leyes continúa esa dirección.
“Es una ley de protección, más que nada, hacia las pequeñas y medianas librerías y editoriales frente a las grandes cadenas. ¿Qué sucedería en el caso de que esta ley sea derogada? Bueno, la verdad que
es medio catastrófico el panorama, es bastante desalentador porque es imposible comparar el caudal de compra y venta que tienen las grandes cadenas libreras”, graficó
Lara Moschettoni, de la Librería Trobriand de San Lorenzo.
“Al derogarse o no tener más esta protección del precio fijo,
las librerías que tienen mayor volumen de venta van a poder hacer más ofertas y al comprar en grandes cantidades pueden, obviamente, pagar de otro modo y poner precios mucho más bajos que lo que alguna librería más chica podría llegar a ofertar”, explicó.
“La ley 25.542 plantea un único precio de venta al público en toda la República Argentina.
La derogación de esta ley implicaría la desregulación de los precios, las pequeñas y medianas librerías no podríamos competir con las grandes cadenas, lo que nos llevaría al cierre definitivo”, señaló
María del Valle Palacios, de Imagina Libros.
“Frente a eso no hay competencia posible. El costo sería catastrófico: cierre de muchas librerías, baja de personal. Mirándolo del modo más desalentador posible, es el fin de estas pequeñas librerías y también de las editoriales, porque lo que hacen las grandes cadenas es comercializar, más que nada, libros de grandes editoriales”, agregó Moschettoni.
En San Lorenzo hay tres librerías independientes con locales físicos. También existen varios emprendedores de libros, que comercializan el material a través de redes sociales.