Este jueves por la mañana se desarrolló en los Tribunales de San Lorenzo el juicio abreviado por el caso de
Irupé Celis, la niña de 12 años que perdió la vida cuando fue atropellada en enero de 2019 en Capitán Bermúdez cuando estaba por cruzar la calle.
El Juez Carlos Gazza encontró culpable por el hecho de homicidio culposo en accidente de tránsito a Manuel Ávalo, quien conducía el automóvil al momento de atropellar y matar a la niña, y le dictó una pena de tres años de prisión de ejecución condicional, con ciertas restricciones. Es decir que Avalo en principio no irá a la cárcel, sino que permanecerá en libertad.
Entre las restricciones, que fueron acordadas entre el Fiscal Maximiliano Nicossia y la Defensa del imputado, se le impuso una inhabilitación para conducir por 10 años, la prohibición de acercamiento a la mamá y la familia de Irupé, fijar residencia en un domicilio de Ricardone, y pagar una reparación económica de 400 mil pesos en cuotas. En caso de incumplir alguna de esas medidas restrictivas, podría ir a prisión.
Disconformidad
A la salida del juicio, Giselle Celis, la mamá de Irupé dialogó con los medios presentes y manifestó que en la audiencia “el señor Avalo me pidió disculpas y dijo que siente lo mismo por ser padre, que siente el sufrimiento que yo tengo”. “Sí, él es padre, pero no perdió a ninguna hija”, sentenció.
Además, Giselle agregó que el imputado “dijo que podría haber frenado pero no la vio, que era consciente de lo que hizo”. También, detalló que al momento del hecho, en el auto iba Avalo “junto con su señora y ella fue la que le manoteó el volante y terminó impactando con Irupé. La nena estaba sobre el cordón esperando para cruzar la calle”.
Por último, consultada sobre su opinión acerca del resultado del juicio, dijo “no estamos para nada conformes, yo no quería esto. Nosotros queríamos que fuera preso, no importa si tres años, cuatro, cinco o lo que sea, pero queríamos que esté preso”. También comentó que tiene intenciones de continuar con las próximas instancias judiciales.