En años electorales es frecuente que los poderes legislativos cuenten con menos actividad de la habitual. Es que, en muchas ocasiones, los integrantes de los propios cuerpos forman parte de las contiendas electorales y la atención se centra más en las campañas que en la labor legislativa.

El Concejo Municipal de Capitán Bermúdez no es la excepción y, siendo 2023 un año electoral, es probable que los ediles se destaquen más por la actividad proselitista que por las iniciativas presentadas.

Ya en los primeros dos meses del año, y aun sin campaña lanzada, la actividad de los concejales fue prácticamente nula. El intento de los ediles Emanuel Lastra y VIlma Paulini de realizar una sesión extraordinaria con el foco puesto en la seguridad no contó con el apoyo de sus pares y así las puertas del Concejo se mantuvieron cerradas durante el verano, a la espera de la apertura ordinaria de sesiones que en los próximos días encabezará el intendente Daniel Cinalli, con el tradicional discurso para la ocasión.

A partir de allí podría reactivarse la actividad legislativa, aunque el cierre de listas previsto para el 12 de mayo y el consiguiente inicio de la campaña electoral, primero para las PASO (16 de julio) y luego para las elecciones generales (10 de septiembre), no dejarán mucho margen para la producción de grandes proyectos.

Este año, el Concejo bermudense renovará cuatro de sus siete integrantes, ya que culminan sus cuatro años de mandato Carlos Dolce y Luis Sánchez, del oficialista Frente Para la Victoria; Vilma Paulini, del radicalismo dentro de Juntos por el Cambio, y Jesús Velázquez, hombre del PRO y también integrante de Juntos por el Cambio.

Allí aparecen los primeros interrogantes sobre la posibilidad o no de que los ediles que deben dejar sus bancas intenten buscar un nuevo periodo en el legislativo. O incluso si algunos de ellos tiene objetivos electorales que van más allá del Concejo.

En el caso de las dos bancas que pone en juego el oficialismo, todo parece indicar que se inclinaría por sumar caras nuevas vinculadas a la gestión municipal. Carlos Dolce transitará este año su vigésimo periodo como concejal: tuvo primero dos mandatos consecutivos y luego de un descanso volvió en 2011 para no alejarse más, tras revalidar su banca en 2015 y 2019. En el caso de Luis Sánchez, procuró mantener un bajo perfil durante estos cuatro años, por lo que difícilmente encabece una lista, aunque podría estar dentro de la nómina de candidatos.

Por el lado del radicalismo, Vilma Paulini culminará este 2023 su cuarto periodo consecutivo como edil. Llegó al Concejo en 2007 y supo presidirlo durante varios años durante la gestión del Frente Progresista en la localidad. La concejal continúa mostrándose muy activa y es difícil imaginarla alejándose de la vida política. Bien podría intentar revalidar una vez más su banca o hasta pelear por la intendencia.

Por su parte, Jesús Velázquez es uno de los referentes del PRO en la localidad, aunque en los últimos años su estrategia legislativa lo encontró más cerca del oficialismo que de sus pares del radicalismo, con los que probablemente comparte coalición política en este año tras la casi segura conformación del “frente de frentes”. El edil amarillo también podría buscar un tercer periodo en el Concejo.

Además de los cuatro concejales que culminan su mandato este año, el cuerpo legislativo está integrado también por la actual presidente del Concejo, Fabiana Albornoz, y por Ariel Cejas, ambos oficialistas, y por el radical Emanuel Lastra, compañero de bancada de Paulini. Y allí aparecen dos nombres que también podrían ser protagonistas de la contienda electoral.

En el caso de Albornoz, es una de las opciones dentro del peronismo para mantener la intendencia, siempre y cuando el actual jefe municipal decida no buscar un nuevo mandato. En el justicialismo todos esperan hasta último momento la decisión de Cinalli: si va por la reelección, se podrá mantener la unidad del peronismo local y las chances de continuar en la conducción del municipio; en cambio, si desiste de una nueva postulación como intendente, la unidad parece difícil de sostener y la victoria se pone en peligro.

Para el radicalismo, Lastra también puede representar una carta a jugar en una posible candidatura a la intendencia. El joven radical obtuvo una buena performance en su primera contienda electoral en 2021 y en más de una oportunidad blanqueó sus aspiraciones. Además, no pone en riesgo su banca en caso de no alcanzar el objetivo.

Con este panorama, el Concejo de Capitán Bermúdez espera un año que promete más rosca política y actividad proselitista que producción legislativa.