El
streaming como modo de difusión de contenidos audiovisuales continúa en crecimiento en Argentina, uno de los lugares pioneros en el mundo en cuanto a la influencia de estos nuevos medios o métodos de comunicación.
Nacido como una experiencia para poder sostener los medios tradicionales en la pandemia, el streaming como tipo de contenido se popularizó entre creadores de contenido y generó la posibilidad de obtener mayores alcances a través de plataformas poco exploradas para las grandes empresas de la comunicación, que fueron incorporándose poco a poco a este espectro.
Este nuevo formato de televisión y radio consiguió acaparar gran parte de la audiencia sub 30, muchos intentan persuadir a escuchas y espectadores más grandes aún, y el esquema presenta nuevos dilemas para el registro y encuadramiento de esta actividad.
Es que no existe forma de registrar un
“canal de streaming”, ya que el concepto como tal es algo novedoso que tuvo su auge durante el período post pandemia y que constituye hoy un fenómeno muy argentino. Requerir de una cuenta de YouTube u otra plataforma de difusión de contenidos basta para comenzar, es lo único que constituye hoy en día una “señal” o “medio de comunicación” que transmita programación o videos por internet.
En ese sentido, los canales de streaming importaron las formas de la radio y la televisión pero no así, mayoritariamente, su contenido. Existen hoy señales específicas con nombre y objetivos comerciales claros, con programación entre semana bajo la dirección de personal de producción específico de estos medios y conductores con columnistas que se dedican de lleno a estos espacios.
¿Son medios de comunicación? Es difícil de delimitar esa cuestión, porque lo que hacen en su mayoría se enmarca en diferentes modos de informar o llevar adelante una agenda de contenidos. Un canal de streaming produce contenidos para la plataforma, o medio, que lo difunde y brinda el soporte informático para su difusión, pero también puede realizar videos e informes específicos que continúan los lineamientos generales anteriores a los de la llegada de este tipo de programación.
Es diferente a los medios tradicionales, aunque son estos los principales interesados hoy en ingresar al mercado de la televisión por internet, ya que el público se muda, aunque no de forma definitiva, hacia este formato.
Allí se da el formato híbrido, medios de televisión y radio que pasaron al streaming e incorporaron la transmisión en directo mediante video de su programación radial. Hoy también se empieza a ver el interés de los programas de cabecera “del cable” que también intentan ingresar a este formato.
En el mundo, hoy en día, se da particularmente este formato, en donde las grandes empresas de medios han incorporado otras plataformas de contenido para difundir su programación habitual.
Es innegable que al día de hoy, los creadores digitales, los comunicadores tradicionales, y los personajes de otros rubros que ya poseían determinado público en particular encontraron en este nuevo formato de medios un espacio propicio para producir su contenido. Y si bien su influencia crece entre los espectadores más jóvenes, las estructuras tradicionales siguen teniendo una gran influencia en la pantalla chica y en la radio.