
La celiaquía es una enfermedad que padecen 400.000 argentinos, puede despertarse en cualquier momento de la vida y muchos la tienen sin saberlo. Se trata de una intolerancia permanente al gluten, una proteína que se encuentra en el trigo, avena, cebada y centeno, y que afecta al intestino delgado de las personas con predisposición genética.
Por eso las personas celíacas deben tener muchos cuidados en su alimentación, pero además tiene que sortear diversos obstáculos de manera cotidiana: el precio de los alimentos Sin TACC (Sin Trigo, Avena, Cebada y Centeno); la falta de políticas pensadas para quienes tienen la enfermedad, y a veces también una suerte de “discriminación” al salir a comer o tomar algo a algun bar, ya que la gran mayoría de los espacios gastronómicos no posee un menú apto para celíacos.
En San Lorenzo, afortunadamente estas personas ahora podrán disfrutar de salir a comer con amigos y familiares y degustar platos que no afecten su salud, ya que
Almará Caribe y Brewig incorporó hace algunas semanas a su carta un menú sin gluten. Si bien no cuenta con una cocina especialmente equipada para realizar comidas Sin Tacc, trabajan de forma conjunta con una pyme tercerizada que le provee las viandas que luego ofrecen a sus comensales.
Alan Silva, titular del bar, dialogó con Radio La Súper y contó que la iniciativa surgió a partir de una de las charlas que brindó la Municipalidad de San Lorenzo a los gastronómicos sobre la problemática. “No es una cuestión que hay que tomar con liviandad, hay que tener todo lo necesario para no contaminar la comida; tenemos que tener una cocina completamente aparte, y hay que tomarlo con la importancia que se merece”, destacó.
“Decidimos tercerizar estos productos porque nuestra cocina no está preparada, tenemos que tener una cocina totalmente aislada, plantar un negocio paralelo con una cocina adaptada para esta condición”, resaltó el gastronómico, y agregó: “Se nos hace imposible armar esta cocina por cómo está la situación del país, por eso decidimos tercerizar la elaboración de todo lo que es la comida sin tacc”.
Para servir los alimentos se realiza un protocolo especial. El mozo se acerca con guantes para bajar la comida a la mesa y la vianda está herméticamente cerrada, cumpliendo con las medidas para evitar la contaminación cruzada.
Alan remarcó además que encargan semanalmente las viandas y que últimamente la cantidad pedida les resulta insuficiente gracias a la demanda que hay en el bar con respecto a los menús sin gluten. “Siempre nos quedamos cortos y vamos variando los menús; sorrentinos, canelones, tartas de pollo, milanesas con papas fritas, para que vengan tranquilos y que sepan que tienen una opción y no siempre tengan lo mismo”, contó.
Asimismo, se refirió a la discriminación que muchas veces padecen las personas celíacas en bares y restaurantes con una situación particular que vivieron en su propio local con un grupo de alumnos que se encontraba de visita en la ciudad: “Recibimos contingentes estudiantiles, y en una de esas visitas me dicen las maestras que tenían dos nenas celíacas y me preguntaron qué tenes para ofrecer, algún pollito con vegetales, y nosotros le dijimos que no, que el menú para los chicos es milanesas con papas fritas y ellos van a tener también milanesas con papas fritas, para que no se sientan aislados”.
“La cabeza te cambia y te da un clic; en la medida que esté a nuestro alcance vamos a hacer todo lo posible para que el cliente esté lo más cómodo posible”, sostuvo.
Almará se encuentra ubicado en Blvd. Urquiza 271 de la ciudad de San Lorenzo y es una nueva opción para aquellas personas que tienen celiaquía, uno de los primeros bares de la ciudad en incorporar este menú a su carta. Además, adelantaron que están viendo la posibilidad de incorporar también una opción vegana.