No se encontraron resultados.Luego de las elecciones legislativas del año pasado, Soledad Chiodin se transformó en una nueva referente de la política sanlorencina, más allá de que su trabajo no es nuevo ni nació en el marco del acto electoral. El esfuerzo de la militancia llevó a que la lista del frente Nuevo Encuentro superara el 6% de los votos y se ubicara como la cuarta fuerza, detrás de los dos grandes partidos, y muy cerca del tercer candidato más votado.

Chiodin analizó la realidad de la localidad a menos de un año de un nuevo acto electoral y dejó sentada su postura sobre temas fundamentales, entre ellos la inseguridad, aunque con una mirada distinta a la que se plantea todos los días: “La inseguridad no se soluciona con más mano dura, sino con más presencia del Estado”, aclaró.

La mujer de 37 años también pidió trabajar “por la memoria de una ciudad a la cual la han vaciado, la han enterrado y la convirtieron en uno de los exponentes del menemismo y hoy vienen esos mismos a decirnos que son la solución de ese problema”.

-¿Cómo está trabajando hoy el espacio?

-Seguimos analizando y profundizando con la gente los proyectos que nosotros presentamos, que siguen siendo nuestra mirada de la política local. Con un precepto que es tratar de lograr en San Lorenzo la mayor cantidad de políticas públicas, en el mismo sentido que lo hace el gobierno nacional, que garanticen a todos los sectores el acceso de un montón de cuestiones que están privadas en la ciudad de San Lorenzo. No solamente el transporte público de pasajeros, que era uno de nuestros proyectos y seguimos viendo es falencia, sino en todo aquello que tiene que ver y va apuntado a los sectores más vulnerables: a los jóvenes, el tema de la cultura y el deporte; el acceso a la salud pública, se habla muchísimo de eso y vemos que muchos dirigentes políticos que fueron parte del problema quieren ahora ser parte de la solución.

-¿Qué pasó con Nuevo Encuentro luego de las elecciones?

-Con los compañeros del Movimiento Evita y de otras agrupaciones peronistas kirchneristas tenemos un precepto común, que es la discusión ideológica y el camino ideológico y vamos por la misma senda, que es la década ganada. El Movimiento Evita tiene la personería jurídica, es un partido político, ellos están trabajando por la autonomía y el crecimiento y es una decesión altamente respetable. Con el Partido Comunista y Nuevo Encuentro seguimos adelante en nuestro camino: sostenemos que somos una alternativa política entre lo nuevo y lo viejo, por eso integramos la mesa de Unidos y Organizados, donde se discute cómo seguir adelante y, sobre todo, con que actores seguir adelante para poder expresar en la ciudad de San Lorenzo un espacio netamente kirchnerista. Con crítica, porque lógicamente que nosotros queremos el sostenimiento del gobierno nacional, pero queremos la profundización.

-Después de tu participación en las elecciones del año pasado y con el buen resultado obtenido, pese a no haber conseguido ingresar al Concejo, se me hace difícil no imaginarte como candidata el próximo año…

-Seguimos trabajando, lógicamente que queremos llegar a conseguir una banca, que es una herramienta más de construcción política. Queremos participar, yo sigo siendo la candidata de este espacio política, pero no queremos ganar la banca por el sólo hecho de ocupar un lugar, queremos llegar sin haber claudicado ninguna de nuestras banderas ideológicas. Para esto hay que tener muy en claro qué queremos, por qué queremos lo que queremos y quiénes expresan lo contrario de lo que nosotros queremos en la ciudad de San Lorenzo.

-¿Cómo se mantiene el vínculo con la gente fuera de la campaña electoral?

-Para nosotros, que somos un frente, un grupo de militancia, que no tiene vínculo con ningún tipo de poder, que todo lo que hacemos es porque estamos convencidos, que no tenemos padrino, que no tenemos monopolio del cuarto poder, que es el periodismo local, llegamos a la gente como lo hacemos todos los días de nuestra vida, independientemente estemos en campaña o no. Tratar de hablar con aquellos que compartimos el trabajo diario, discutir en profundidad y aclarar algunas cosas que creemos que no son así. Y, sobre todo, haciéndonos un lugar entre el trabajo, la casa y la agitada agenda para estar en contacto en los barrios.

-La seguridad es uno de los principales reclamos de los vecinos ¿Qué respuesta se puede dar?

- El reclamo de la gente es entendible, pero un dirigente político tiene que dar la discusión ideológica y tiene que explicarle que los hechos de inseguridad o seguridad son la respuesta de un Estado ausente y que no cumple con la obligación que tiene que cumplir. No le podemos pedir a un joven que no ha comido, que no va a la escuela, que no tiene trabajo, que encima tiene una policía cómplice de la venta de drogas -la peor de las drogas, la cocaína más barata- y en la esquina de la casa también le venden el arma, no salga a delinquir. Y no es justificativo, es poder analizar la realidad desde una mirada íntegra para poder dar respuesta. Esto no se soluciona con más mano dura o más policía, sino con más presencia del Estado y más política pública.

-Es una mirada que hoy no se escucha mucho, pareciera más redituable el discurso de la mano dura

-Nos cuesta muchísimo porque no tenemos, por suerte, porque elegimos, el padrinazgo de nadie ni la posibilidad de llegar a los medios que están concentrados con el poder para contar cuáles son nuestras propuestas y qué estamos haciendo. Para nosotros hay valores inclaudicables, como la política de Derechos Humanos, aunque sabemos que a mucha gente no le interese. Nosotros vamos por la memoria, la justicia y la verdad y, sobre todo, por la memoria de una ciudad a la cual la han vaciado, la han enterrado y la convirtieron en uno de los exponentes del menemismo y hoy vienen esos mismos a decirnos que son la solución de ese problema.