Desde la Subsecretaría de Salud de San Lorenzo aseguran que se disminuyó “un 50% la cantidad de mosquitos y nacimientos” de este insecto en la ciudad, según palabras del titular del área, Mariano Soria, en diálogo con Radio Super.

Estas cifras surgen producto de los medidores que la Municipalidad instaló en distintos puntos de la ciudad, que permiten conocer los tipos de huevo de mosquito que circulan en la región y las especies de los mismos.

“Comenzamos en agosto una fumigación con una bacteria que ataca al mosquito en una primera etapa de su ciclo de vida. Fumigamos zanjas, cordón cuneta, márgenes de los arroyos y ríos, lugares claves en donde ahí está el huevo. Fumigamos con bacilo, la larva come al bacilo y así muere cuando ingiere la bacteria. Es una pre etapa, donde bajamos un 50% la cantidad de mosquitos y los nacimientos”, explicó Soria.

“La fumigación no se ve porque este veneno es termo luz sensible. Fumigamos a la madrugada porque la luz del sol lo desactiva. El proceso de madrugada es un proceso de humo que se utiliza para derribar al mosquito”, graficó el profesional de la salud.

“Es importantísimo que los vecinos hagan el descacharramiento: den vuelta todos los recipientes que tengan agua. En la calle no hay agua, pero si vas a la vereda ves que hay un tarrito en el hall de la casa y el mosquito nace ahí. Si el vecino toma la costumbre, que bien que vemos que lo hacen, de dar vuelta esos recipientes con agua ayudarían a disminuir a la mitad la proliferación del mosquito”, dijo Soria.

Por último, Soria habló con respecto a la proliferación de alacranes, algo que ocurre en épocas de mucho calor y humedad, algo característico de esta región del país.

“Hay alacranes que tienen veneno y otros que no. Al alacrán lo tenés que poner en un tarrito y llevarlo al instituto de zoonosis, el Luis Pasteur, para que se identifique que tipo de alacrán es, y eso permite a la comunidad un fin científico y prolijo,y es una obligación. Hay que saber donde se encuentran: dentro de zapatos, lugares húmedos, grietas de paredes, trapos de piso, una remera en un baño por ejemplo”, sostuvo.

Cabe destacar que, hasta el momento, no se detectaron en efectores de salud públicos y privados denuncias con respecto a picaduras de alacranes, ni tampoco sospechas de casos probables de dengue.