El Centro de Apoyo al Discpacitado es una institución que agrupa a chicos con dispacacidades diferentes generando mano de obra. Su historia remonta a marzo de 1994 cuando iniciaron en una casa de familia alquilada con la compra de un telar, y sus principales fundadores (Armando Traferri como intendente y Julia Di Leo como su Presidenta), no tardaron en hacerlo crecer.

Hoy en día el taller protegido distribuye no sólo mantas y trapos de piso, sino también bolsas plásticas, materiales de limpieza, acolchados, ropa para bebés y accesorios de mascotas. Todo aquel que ha tenido la posibilidad de visitar sus intalaciones seguramente se llevó una fuerte emoción al ver cómo sus empleados trabajan con tanta dedicación y cómo, al preguntarles por su puesto de trabajo, lo defienden a capa y espada.

El derecho al trabajo y a una vida digna es responsabilidad del estado y la sociedad, y estos tipos de asociaciones civiles, entidades intermedias, instituciones y/o talleres protegidos surgen para llenar un vacío que existe en una comunidad, en este caso en nuestra ciudad.

CADI está sufriendo una importante baja en sus ventas, ya sea por un período de transición por el que estamos pasando o hasta a veces por "capricho", como lo definió Di Leo, de algunos entes públicos. Hoy se hace realidad un compromiso tomado con anterioridad cuando la Presidenta le comunicaba de manera personal al Senador Armando Traferri que necesitaban de sus gestiones.

Como padrino de la institución, el legislador pudo gestionar para ellos un aporte por parte del Plan de Fortalecimiento Institucional de $50.000, que será utilizado para los gastos corrientes como saldos pendientes en proveedores y sueldos de los empleados.

Muy agradecida, Julia invitó a visitar en cualquier momento las instalaciones para tomar conocimiento del trabajo que llevan adelante y le resaltó al Senador que "estas cosas surgen del corazón, no son solamente gestiones".