La realidad indica que el accidente de la avioneta ocurrido este viernes en horas del mediodía en las instalaciones de la firma de Air Liquide, en la zona oeste de Rosario, pudo haber sido una tragedia casi sin precedentes en la historia policial.
La principal hipótesis que maneja la fiscal Daniela Oliva es que la milagrosa única víctima fatal del hecho, un masculino de alrededor de 30 años de edad, y quien pilotaba la aeronave Cessna 152 matrícula LV-OJF, era un ex empleado despedido semanas atrás.
Rumores indican que el piloto de la avioneta, alquilada al Aeroclub de Rosario y que despegó desde Alvear, tenía como objetivo chocar los tanques que almacenan gas en las afueras de los galpones que se encuentran en calle Presidente Perón al 7600.
El rudimentario piloto apenas tenía habilidades para volar, y no contaba con permiso para sobrepasar por zonas urbanas, ya que no se le había sido otorgado al momento de alquilar la aernoave.
De haber ocurrido eso, distinta hubiese sido la historia, y afortunadamente se puede hablar de casi ninguna persona herida más allá de la lamentable muerte del piloto.
En concreto, la investigación sigue su curso, ya despejado cualquier tipo de peligro explosivo en la zona del insólito y trágico accidente aéreo.