Natalia Ocampo, de 47 años, fue asesinada a tiros este domingo en su vivienda de barrio Empalme Graneros junto a César Valenzuela, de 48, uno de sus inquilinos. La principal hipótesis apunta a su ex pareja, Aníbal Ramón C., de 61 años, quien había sido denunciado por amenazas de muerte apenas 15 días antes y tenía una orden judicial de restricción de acercamiento. 

La relación entre Natalia y Ramón fue calificada como "conflictiva" por el fiscal. Convivieron en la casa de Uruguay al 5300 hasta que, hace unas dos semanas, la mujer logró separarse y radicar la denuncia. A partir de esa denuncia, la Justicia había dictado una prohibición de acercamiento que fue violada este domingo con un trágico desenlace.

El hecho ocurrió pasadas las 13, cuando vecinos escucharon detonaciones y alertaron al 911. Al llegar, la policía encontró los cuerpos sin vida de Natalia y César Valenzuela. En la vivienda también había tres testigos, ya que la víctima alquilaba habitaciones en su domicilio.

César, que había comenzado a vivir allí hacía menos de un mes, fue alcanzado por los disparos en lo que todo indica fue un intento de eliminar testigos.

Una frase publicada recientemente por Natalia en redes sociales, junto a una foto suya, cobra hoy un tono  premonitorio: “Nací para ser libre, no asesinada”. 

“Al momento de entregarse hizo una manifestación espontánea diciendo dónde había dejado el arma de fuego, estuvimos hasta la noche, hasta altas horas con bomberos trabajando en el sitio que él había manifestado, en ese lugar no encontramos el arma. Luego más tarde, en horas de la madrugada, cuando se estaba haciendo su ingreso a la seccional 32, manifestó que para que no tenga problema su familia iba a decir dónde estaba el arma, dio referencias que estaba en la casa de su hermana”, indicó el fiscal Ferlazzo. 

“ Efectivamente se dirigió personal policial a la casa de la hermana, voluntariamente le permitió el acceso, y allí en un tanque de agua se encontró una pistola”, agregó.