Dos líderes de una facción disidente de la barra brava de Newell’s Old Boys fueron imputados este martes por instigar las amenazas contra el futbolista Ángel Di María en marzo pasado. Alejandro "Rengo" Ficcadenti y Sergio "Bebe" Di Vanni, según la acusación de la Fiscalía, planearon los hechos con el fin de evitar la llegada del jugador a Rosario Central y así ganar poder dentro de la hinchada leprosa.


La amenaza más escalofriante ocurrió el 25 de marzo de 2024, cuando una caja con una cabeza de chancho y una bala incrustada fue dejada en la inmobiliaria de la hermana de Di María, ubicada en el centro de Rosario. En la caja también había un mensaje que advertía que, si el jugador regresaba al club de sus amores, "la próxima cabeza que recibiría sería la de su hija".

Ese mismo día, en otro incidente, se registraron disparos cerca de la casa de los padres de Di María en Funes, acompañados de una nota que amenazaba con matar a un familiar del futbolista si este decidía regresar a Rosario Central. Las amenazas provocaron que Di María y su familia abandonaran la idea de volver al fútbol argentino, optando por continuar su carrera en Europa.

Este martes, el fiscal Pablo Socca acusó formalmente a Alejandro Ficcadenti y Sergio Di Vanni de ser los instigadores de estos hechos. Ficcadenti, líder de una facción de la barra leprosa que buscaba desplazar a la actual conducción, habría ideado las amenazas como parte de un plan para posicionarse como el nuevo jefe de la hinchada. Según la acusación, Di Vanni fue quien escribió las amenazas encontradas en ambos incidentes.

Las pruebas que incriminan a Di Vanni incluyen una pericia caligráfica realizada sobre notas encontradas en su domicilio, las cuales coincidieron con los escritos que acompañaron las amenazas. El objetivo de ambos barras, según la fiscalía, era no solo evitar que Di María regresara a Rosario Central, sino también generar temor y caos en la población, con la mira puesta en controlar la barra brava y los negocios ilícitos vinculados al club.

Ficcadenti ya contaba con antecedentes judiciales y es señalado como instigador del asesinato de Nelson "Chivo" Saravia, exlíder de la barra de Newell’s, en octubre de 2021. A pesar de su historial, fue liberado en marzo de 2023, lo que le permitió planear sus intentos de asumir el control de la barra. Para lograrlo, buscó apoyo del líder de la organización criminal Los Monos, Ariel "Guille" Cantero, quien supuestamente le dio su aval para las amenazas contra Di María.

Las amenazas no solo iban dirigidas al futbolista, sino también a las autoridades. En los mensajes se mencionaba al gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, y a la entonces ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich.

Finalmente, las intimidaciones lograron su cometido. En julio de 2024, Di María anunció que continuaría su carrera en Benfica de Portugal, poniendo fin a las especulaciones sobre su regreso a Rosario Central. Tras la confirmación, Ficcadenti se jactó en mensajes telefónicos interceptados por la justicia: "Gracias a mí, Fideo no viene", escribió.