Boris es un bebé de apenas 4 meses, oriundo de Cañada de Gómez, que está internado en el hospital Italiano de Buenos Aires. Nació el 10 de octubre de 2022 en la ciudad de Cañada de Gómez tras un parto vaginal “mágico e inolvidable”, tal como lo expresó su mamá.


Durante su embarazo, no se enteró de su patología porque en el único estudio que podría haber salido era en el ecocardiograma fetal, pero como no está dentro del plan de rutina para embarazadas, las obras sociales no lo cubren y los obstetras sólo te dan para hacertelo en caso de tener antecedentes, pero como no era su caso, no se lo dieron para realizarlo.

“No hay información sobre esto por eso tampoco lo he pedido, la idea de esta campaña es hacer hincapié en poder otorgar una ley que incluya este estudio ecocardiograma fetal en todas las embarazadas sin excepción alguna. Además, los cardiólogos también vienen luchando a favor de esto”, contó Karen Scansetti.

Es de vital importancia tener en cuenta que durante la semana 18 y 24 de gestación, la gestante pueda realizarse un ecocardiograma ya que el diagnóstico y su atención temprana permite reducir el deterioro del recién nacido, siendo esta la segunda causa de muerte en menores de un año por falta de diagnostico.

Tras el parto, la familia notó a Boris con un color morado bastante particular y cuando los médicos le midieron la saturación, estaba muy por debajo de lo esperado por lo que los derivaron a la ciudad de Rosario, al Sanatorio de la mujer, donde allí les informan de su diagnóstico: una cardiopatía congénita, transposición de grandes vasos, la más compleja.

A los 15 días de vida se operó allí con médicos de acá de Buenos Aires y un mes después recibió el alta. Sin embargo, en uno de los controles de rutina que se realizó en enero, su ecocardiograma no dio buenos resultados y es por esto que lo dejan internado. En Rosario le dieron una medicación específica para el corazón pero como no tuvo mayores resultados, fue derivado al Hospital Italiano de Buenos Aires para hacer un estudio determinado en el que le diagnostican una miocarditis fulminante (inflamación del músculo del corazón). Por lo que había que ponerlo en la lista del Incucai cómo emergencia Nacional grado A.

“Ahora estamos a la espera de ese corazoncito para Boris en este caso, pero hay muchos más bebés y niños que están a la espera de un órgano para vivir -confesó-Por eso es importante visibilizar está problemática tan urgente ya que al ser un tema tan sensible, muchas veces se niega y no se habla”.

Es por tal motivo que la mujer busca concientizar al respecto y que las personas entiendan la importancia de poder dialogar sobre esto: "Estaría bueno hacer campañas, reuniones en las escuelas, instituciones, con amigos y familiares para dar nuestro punto de vista e informarnos de la donación de órganos. Y fundamentalmente para que en un momento tan doloroso, nos irradie el amor y podamos tomar la mejor decisión de nuestras vidas que es el poder dar vida a un nuevo ser, darle una segunda oportunidad a otra persona. Donando órganos podemos salvar siete vidas. Siete vidas que no se apagan, sino que renacen en cada uno de los trasplantados”.