
El agua para que sea potable debe ser limpia, incolora, inodora e insípida. Esto no estaría pasando en la que dispensa la Cooperativa de Agua Potable Y Otros Servicios (CAPYOS) de esa localidad.
En muchos casos el agua de red sale con un color marrón intenso, en otros sectores el olor a cloro es tan fuerte que hace imposible beberla.
“Cada vez que tomamos agua de la canilla nos produce acidez, por eso compramos bidones” comenta una vecina, mientras que otro nos cuenta que actualmente están pagando $500 por un servicio que “no se puede usar ni para bañarse”.
Si bien el agua turbia no es peligrosa para la salud, pero indica que hay agentes patógenos o inseguros en el líquido. En cuanto al olor puede generar deshidratación, diarrea, daños hepáticos o renales.
Fray Luis Beltrán
En la ciudad de Fray Luis Beltrán los reclamos por el mal estado del agua potable tienen el mismo sentido. Cientos de reclamos en redes sociales demandan al municipio que mejore la calidad del agua que se provee para el consumo. Luego del traspaso de la Cooperativa de Agua potable y Otros Servicios a la municipalidad de Fray Luis Beltrán, la calidad del agua fue desmejorando y en reiteradas oportunidades la turbidez del agua es tal que parece agua de río, directo.
De hecho, desde el municipio no se publican los valores de análisis periódicos que deberían realizar.