
Las imágenes y el video permiten observar una gran cantidad de peces muertos. Desde la Secretaría de Políticas Ambientales del Ministerio de Ambiente y Cambio Climático indicaron que el motivo principalmente está vinculado a procesos de déficit de oxígeno disponible en el agua.
En estos casos los especialistas toman muestras de agua y de parámetros gástricos. Si los niveles de oxígeno están bien se analiza si existe lo que se llama floración de las algas que producen toxinas que causan la muerte de los peces. Además de la floración de las algas, la bajante puede ser también la causante de la muerte de los peces.
El río Salado o río Salado nace en la laguna El Chañar, ubicada en las cercanías de Teodelina (provincia de Santa Fe), y desemboca en el litoral bonaerense del río de La Plata.
Cabe destacar que está totalmente desaconsejado el consumo de ejemplares, muertos o moribundos en estas circunstancias, ya que los peces se descomponen rápidamente.
La bajante del Paraná afecta los ecosistemas del Litoral
No sólo el Río Salado ha sufrido la bajante sino también el Río Paraná. La falta de precipitaciones en la cuenca sumada a fenómenos ambientales provocaron esta bajante histórica que dejó por ejemplo al río en 47 centímetros en el puerto de Rosario, cuando su altura normal supera los 3 metros, y esa situación se repite en al menos cinco provincias.
La bajante del río Paraná, con mediciones hidrométricas que no se registraban hace más de 50 años, generaba complicaciones en el ecosistema de las provincias del Litoral y varios especialistas advirtieron que sin lluvias la situación podría extenderse hasta marzoy los perjuicios, en especial en torno a los peces, continuarán en los próximos años.
En diálogo con Télam, la directora del Instituto de Limnología Raúl A. Ringuelet de La Plata e investigadora del Conicet, Nora Gómez, explicó que "la escasez de lluvias en la Cuenca del Plata en los últimos años ha ido afectando caudales del río Paraná como así también el de los ríos Iguazú, Uruguay y Paraguay".
"Esto transforma el paisaje, alterando la biodiversidad cuando la capacidad de adaptación de las especias a estas condiciones es superada" añadió y advirtió que "este nuevo escenario suele ser una tentación para el avance de algunas actividades humanas en áreas que le ´pertenecen´ al río".