Los 130 dispositivos que se colocaron un mes atrás en diversos domicilios de distintas localidades del Cordón Industrial ya fueron retirados por el Observatorio Ambiental de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Ahora se analizará el material sedimentado particulado que se acumuló durante estos 30 días y, de esta manera, se podrá comenzar a conocer la calidad del aire de la región.
La iniciativa, dentro del Programa + AIRE UNR, que lleva adelante el organismo de la casa de altos estudios, contó con la participación de más de un centenar de voluntarios y voluntarias de las localidades de
Granadero Baigorria, Capitán Bermúdez, Fray Luis Beltrán, San Lorenzo, Puerto General San Martín, Ricardone y Timbúes, que colocaron los dispositivos en sus hogares.
Las muestras de cada uno de los recipientes se analizarán en los laboratorios de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) y se estima que
en algunas semanas habrá información concreta sobre la calidad del aire que se respira en el Cordón Industrial. “Creemos que vamos a tener los primeros resultados de esta etapa del programa para mediados de diciembre”, adelantó a
11Noticias el director del Observatorio Ambiental de la UNR, Matías De Bueno.
El abogado especialista en derecho ambiental destacó que
el programa “tuvo una gran aceptación”, y resaltó: “En algún punto tuvimos que limitar porque mucha gente quería sumarse como voluntaria. Esto fue apuntado principalmente a estudiantes de la Universidad, pero luego se amplió también a otra gente”.
En ese sentido, comentó que, en colaboración con el municipio de San Lorenzo, se logró que se sumarán también a participar como voluntarios chicos y chicas que asisten al Colegio Santa Rosa de Viterbo de la localidad.
Consultado sobre las dificultades que se encontraron a la hora de trabajar en esta primera etapa del programa, De Bueno detalló: “Las dificultades tienen que ver con la comunicación, porque es mucha gente; con la logística, porque nosotros en esta etapa fuimos llevando los dispositivos a las casas de cada una de las personas y retiramos también los dispositivos de cada una de las personas, y también con la distribución”.
“Es gente de la Universidad que a pulmón recorre casa por casa, primero para dejar los dispositivos, después para retirarlos y además debe haber una indicación con un proceso de capacitación para el voluntario, para que la instalación y el retiro se hagan de manera correcta”, añadió.
Respecto a la continuidad del programa, De Bueno remarcó:
“La idea es medir las cuatro estaciones del año, hacer 4 mediciones al año. El desafío para arrancar el año es que en el otoño hagamos una nueva colocación, en marzo o abril; luego en invierno y luego en primavera y verano, para poder tener una evaluación de todo el año y tener datos estadísticos”.
Además, desde el Observatorio pretenden extender la iniciativa a otras localidades del sur santafesino, intentando cubrir especialmente aquellas ciudades donde existan mayores denuncias por contaminación. En ese marco,
en el futuro esperan poder expandirse con el programa a Villa Gobernador Gálvez, Alvear y Villa Constitución, entre otras.