El hecho ocurrió el pasado 28 de enero en una vivienda del barrio Coronel Dorrego, donde la niña había ingerido un polvo blanco encontrado en el suelo. Tras convulsionar, fue trasladada de urgencia al hospital, donde llegó con signos vitales débiles y tuvo que ser reanimada. Luego de un análisis de orina, se confirmó la presencia de cocaína en su organismo.

Ana Collins, directora del Servicio de Niñez y Adolescencia de la Municipalidad de Santa Fe, explicó que actualmente se están analizando las medidas de protección necesarias para garantizar el bienestar de la menor. "La situación es delicada y requiere un análisis exhaustivo. Es importante no apresurarse y evaluar todas las circunstancias antes de tomar decisiones", señaló la funcionaria.

Collins también destacó que existen protocolos específicos para estos casos y que el procedimiento involucra la coordinación entre el sistema de salud, la fiscalía y los organismos de protección de la infancia.

Aunque todavía no se determinó responsabilidades concretas, se investiga la posibilidad de que haya habido negligencia en el cuidado de la niña. "Hay hipótesis sobre el entorno familiar que deben ser analizadas en profundidad, como la posible exposición a sustancias ilícitas", indicó Collins.

Tras recibir el alta médica, la menor seguirá siendo monitoreada por el servicio local, que trabaja en conjunto con la fiscalía para determinar los pasos a seguir. "El objetivo es garantizar su seguridad y evaluar si su entorno familiar es adecuado para su crianza", añadió la funcionaria.

Collins también mencionó que hubo retrasos en la coordinación entre la fiscalía y los organismos de protección, lo que dificultó la intervención en tiempo y forma. "Es fundamental que la comunicación entre las instituciones sea ágil para actuar de manera eficiente en este tipo de casos", sostuvo.