El episodio ocurrió en una vivienda del barrio Guadalupe Oeste, en la ciudad de Santa Fe. Según el testimonio de una abuela de la niña, la bebé habría encontrado un polvo blanco en el suelo y se lo llevó a la boca. Poco después, sufrió una crisis convulsiva, lo que llevó a su familia a trasladarla de urgencia al Hospital Iturraspe.

Al llegar a la guardia, la menor presentaba signos vitales débiles, por lo que el equipo médico logró estabilizarla y dispuso su traslado al Hospital de Niños para una atención más especializada. Allí, los análisis toxicológicos confirmaron la presencia de metabolitos de cocaína en su organismo.

Pablo Ledesma, director del hospital, explicó que la bebé ingresó con un “estado de conciencia alterado” y fue conectada a asistencia respiratoria mecánica en terapia intensiva. “Se activaron los protocolos correspondientes y se dio aviso a la Justicia”, agregó.

Ante la gravedad del caso, la Fiscalía de Santa Fe inició una investigación para determinar cómo la menor tuvo acceso a la droga. Si bien los familiares negaron vínculos con la sustancia y aseguraron desconocer su origen, las autoridades ordenaron análisis toxicológicos a todos los integrantes del grupo familiar.

Desde el Municipio de Santa Fe informaron que los servicios de asistencia infantil están al tanto del caso, aunque su intervención dependerá de lo que determine la Justicia sobre el contexto familiar y habitacional de la menor.

A pesar de la gravedad del episodio, la bebé mostró una evolución favorable. Fuentes del hospital confirmaron que ya fue extubada, no requiere asistencia respiratoria y se encuentra lúcida, acompañada por sus padres. “Está alimentándose bien y, si no surgen complicaciones, en las próximas 24 o 48 horas podría pasar a cuidados intermedios”, indicó Ledesma.

Los estudios médicos realizados, incluidas tomografías y resonancias, descartaron secuelas neurológicas graves. Sin embargo, los especialistas continuarán monitoreando su estado para prevenir cualquier complicación a largo plazo.