Desde el gobierno provincial, el secretario de Protección Civil, Marcos Escajadillo, y el subsecretario Daniel Basile, brindaron detalles sobre la situación y las acciones en marcha para restablecer la normalidad.
"Después de las 17 del jueves, un temporal de lluvia y viento activó el protocolo de emergencia. Se trabajó en conjunto con intendentes y presidentes comunales para garantizar la seguridad y restablecer servicios", explicó Escajadillo. Destacó que se cortó la electricidad en Pujato y sectores de Casilda para evitar riesgos y que, desde temprano el viernes, cuadrillas municipales, bomberos y operarios de la Empresa Provincial de la Energía (EPE) comenzaron los trabajos de limpieza y reparación.
En cuanto a la asistencia, el funcionario confirmó que en Casilda hay 15 personas evacuadas, aunque algunas familias decidieron permanecer en sus hogares pese a los daños. Además, se están usando grupos electrógenos en centros de salud para evitar la pérdida de vacunas y garantizar la atención de pacientes.
Basile amplió el panorama e informó que Arequito, Arteaga y Acebal también sufrieron daños por el viento del jueves. Además, durante la mañana del viernes, Funes y Roldán fueron golpeadas por una fuerte caída de granizo.
Mientras tanto, la provincia sigue en alerta y monitoreando el clima. "Trabajamos con el monitoreo meteorológico del SAT y el Servicio Meteorológico Nacional para adelantarnos a nuevas tormentas. Estos fenómenos extremos son parte del cambio climático que estamos viviendo", advirtió Basile.
Desde el gobierno provincial aseguraron que todas las áreas operativas están en coordinación para asistir a las localidades afectadas, trabajando con los ministerios de Igualdad y Desarrollo Humano, Salud y Educación. En las próximas horas, se continuará con el relevamiento de daños y la asistencia a las familias damnificadas.