Una vez más, la cárcel de Coronda se ve involucrada en un intento de contrabando, esta vez con una paloma mensajera que transportaba un teléfono celular. Este es el sexto incidente reportado desde noviembre del año pasado, lo que genera sospechas sobre posibles éxitos en entregas anteriores.
El hecho ocurrió el lunes por la tarde cuando una mujer alertó a la policía que patrullaba cerca de la Unidad Nro. 1 de Coronda. La mujer informó que en el techo de su comercio había visto una paloma con un envoltorio atado a sus patas. Ante esta situación, el Grupo de Operaciones Tácticas de la Unidad Regional XV de Policía, conocido como “tercio bravo,” se dirigió al lugar.
Con la presencia de dos testigos, la policía ingresó al comercio y encontró al ave con una bolsa que contenía un teléfono celular. Debido al peso del aparato, la paloma no podía volar y solo se desplazaba a saltos. La policía confiscó el teléfono y lo derivó a la Comisaría Primera, donde se realizaron las actuaciones correspondientes.
Este tipo de contrabando no es nuevo para la cárcel de Coronda. El 22 de julio, otra paloma fue interceptada con droga fraccionada en dos envoltorios. El 8 de julio, una paloma llevaba un teléfono sin batería, un chip y un cargador. En abril, otra paloma transportaba 60 gramos de marihuana, y en noviembre del año pasado, se intentó ingresar un teléfono y una resistencia a través de estos métodos.
Las autoridades sospechan de una posible conexión entre los visitantes y los presos, pero hasta ahora no pudieron identificar a los responsables de estos intentos. A pesar de la vigilancia, existe la sospecha de que algunos de estos envíos pudieron haber llegado a su destino con éxito.