Crecen las expectativas en torno a la candidatura del gastronómico Sebastián Mascherano, quien aceptó la propuesta de UNO – Una Nueva Oportunidad, el partido del diputado provincial Walter Ghione. En pocas semanas, su candidatura a concejal logró una fuerte aceptación y hoy compite mano a mano en las elecciones internas contra el oficialismo.

Yo no vengo a buscar poder, vengo a colaborar y a trabajar por una ciudad mejor. Hay muchas cosas que mejorar en San Lorenzo, pero para eso hay que involucrarse. No podemos seguir mirando para el costado y esperando que otro haga el cambio.

Mirá, me acusan y todavía me apuntan porque fui un consumidor y todo eso, pero yo lo veo como una fortaleza. Mi historia me hizo quien soy y me permite entender de cerca una realidad que muchos políticos desconocen. 

La diferencia es que no estoy de brazos cruzados o llorando por los rincones, estoy trabajando todos los días para ayudar a quienes están en la misma situación en la que yo estuve.

Hay muchas personas que me van a seguir castigando por mi pasado y otros que no entienden que ser drogadicto, no es ser mala persona, sino que uno se equivocó en la vida y ahora tenga la oportunidad de revertirla. 

San Lorenzo ha ido para atrás en muchos aspectos. Antes teníamos dos sanatorios, la Clínica Sur y el Regional. Hoy no tenemos ni uno, y ni siquiera contamos con una terapia intensiva. ¿Cómo puede ser que en una ciudad donde el 80% del cereal y del grano sale de acá, no tengamos lo básico en salud? Y si hablamos de servicios, hay barrios donde ni siquiera tienen gas y siguen cocinando a garrafa. 

Estamos en 2025, esas son prioridades. No digo que renovar plazas no sea importante, pero primero tenemos que garantizar lo esencial para mejorar la calidad de vida de la gente.

Sí, pero no es de un día para el otro. Hoy la sociedad quiere soluciones inmediatas, pero esto va a ser una construcción a largo plazo. Se necesitan políticas de Estado sostenidas en el tiempo, gobierne quien gobierne. Hay políticas en salud, educación, seguridad y deportes que no se deberían modificar. Acá, lamentablemente, esas inversiones nunca fueron prioridad.

Yo me considero alguien que escucha y recorre la ciudad. Lo que está bien hay que sostenerlo, lo que está mal hay que decirlo. No se trata de ser oposición u oficialismo, se trata de ver la realidad y actuar. En el Concejo tienen que haber varias voces, pero también los concejales del oficialismo tienen que poder expresar sus ideas sin presiones. Estamos en democracia.

No creo que haya una ciudad donde te presionen, pero sí creo que en San Lorenzo estamos siempre mirando qué hace el otro en lugar de involucrarnos. Todos queremos ver cambios, pero pocos se arremangan y se meten al barro para hacerlos. Necesitamos más gente comprometida con la ciudad.

— Hablando de decisiones polémicas, este Concejo votó la instalación de un mega gimnasio vinculado al narcotráfico. ¿Qué opinás de eso?

Con el diario del lunes, me genera impotencia. Si ese edificio estuviera disponible, podríamos hacer un gran centro de contención, rehabilitación y alojamiento para quienes lo necesitan. Cada ladrillo que se puso ahí fue con plata de la droga, entonces, ¿por qué no darle otro significado hoy? 

En lugar de mirar para otro lado, podríamos convertirlo en un espacio que alivie el alma de muchas madres y personas que quedaron en la calle por el consumo problemático.

Se podría armar un complejo edilicio para contención, rehabilitación y aprendizaje. Un lugar donde los chicos que hoy están en la calle tengan una oportunidad real. No nos damos cuenta de que muchos de esos "trapitos" que vemos en las esquinas son pibes que tuvieron educación, que vienen de familias como la mía, que pudieron ir a la escuela. Hay que cambiar la mirada y hacer algo con lo que ya tenemos.