Juan Schiaretti tomó la postura de “caudillo del interior” en el Debate Presidencial desarrollado ayer en Santiago del Estero, en un intento por diferenciarse de los tres espacios principales que abarcaron la mayoría de los votos en las PASO.

El abogado de 74 años de edad basó su exposición en su experiencia como político y en la gestión pública de una de las provincias más importantes del país. El gobernador dijo que la provincia “no se dejó colonizar por el kirchnerismo”, y “ofreció” su “experiencia de gestión". “Es hora de que Argentina tenga un gobierno que gestione bien, para poder aprovechar así los vientos internacionales que hoy soplan a favor de nuestra Patria”.

El candidato tomó relevancia pública por su constante exposición hacia lo realizado en la provincia serrana: sostuvo que la provincia tiene superávit fiscal y que eso busca trasladar al país, señaló detalladamente su gestión en materia de educación, habló de su rol como dirigente sindical durante el Cordobazo de 1969, y dijo que el Banco Central debe tener un rol neutral en la política económica del país. En síntesis, abarcó todos los rubros en que sus contrincantes electorales hacen hincapié.

Uno de sus puntos fuertes, algo que no dijo ninguno de los expositores, es la situación de “privilegios” en materia de subsidios que tiene el Área Metropolitana de Buenos Aires con respecto al resto del país.

“No se trata de quitar subsidios a los que lo necesitan, se trata de acabar con que el AMBA sea privilegiado, porque como expresé antes, los subsidios de transporte el 75% se los lleva el AMBA”, dijo.

"Es mentira que estamos condenados al fracaso. Es mentira que estamos condenados a la inflación. Es mentira que estemos condenados a ser gobernados por la grieta”, agregó.