La Cámara de Senadores dio aprobación definitiva a la
nueva fórmula jubilatoria, en un resultado sumamente abultado por la definición de los miembros del PRO, que nuevamente votaron contra los intereses del Gobierno Nacional y se profundiza el quiebre de relaciones entre Mauricio Macri y los libertarios.
La nueva fórmula estará compuesta por un esquema que
combina el IPC y la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estatales (RIPTE).
El sistema actual, establecido en el marco de la Ley Bases, otorgaba al presidente la voluntad de definir el aumento en las jubilaciones cuando el Ejecutivo lo considere pertinente y en los valores que establezcan.
También se incorpora un aumento anual adicional aplicado en los haberes del mes de marzo, que reconocería un incremento del 50% de la variación del RIPTE por sobre la variación de la inflación del año calendario anterior.
Para colmo,
se excluyó del texto aprobado la eliminación de las jubilaciones de privilegio para expresidentes y exvicepresidentes que había impulsado el Gobierno, en un claro espaldarazo político hacia la gestión de Milei.
La votación concluyó con 61 votos a favor y solamente 8 en contra, dando dimensión real del poco acompañamiento efectivo que tiene el Gobierno Nacional en los proyectos que se elevan al Congreso.
De igual modo, el presidente Javier Milei aún tiene la posibilidad de vetar la ley, algo que ocurriría según los dichos del libertario.